Sonsoles Ónega ha concedido una de sus entrevistas más personales ante Joaquín, a quien Antena 3 ha dado un programa que está haciendo muy buena audiencia. La periodista, de moda desde que fichara por la cadena como su nueva estrella de las tardes, acaba de ganar el premio Planeta y atraviesa uno de sus mejores momentos. Este jueves ha cambiado de papel y ha pasado a mostrarse como el personaje que habla de su vida privada. ¿Qué ha explicado?
Uno de los titulares tiene que ver con su marcha de Telecinco, la cadena que la ayudó a ganar repercusión mediática. Después de toda la trayectoria ligada a los Informativos, por primera vez le ofrecían la posibilidad de ser presentadora de un magacín. Aquí, demostró que tenía traza para ello y que podía ganarse la vida muy bien de este modo. Ahora bien, en

Sonsoles Ónega reconoce que no fue fácil pasar de reportera a presentadora
Dice que le costó mucho gestionar el cambio de reportera a presentadora, ya que sentía una presión inmensa que nunca había tenido a su trabajo. ¿El resultado de esto? Llantos por la noche y mucha angustia: «Me enfrentaba a lo que era desconocido y esto me daba mucho miedo, aunque fuera un momento clave en mi carrera. Evidentemente, sabía que tenía que coger el tren de poder presentar un programa, pero no sabía si estaría a la altura. El verano de 2018 lloré todas las noches. Entraba en la cama y me preguntaba qué necesidad tenía».
«Yo sabía hacer mis crónicas durante los 25 segundos que tenía de conexión con Pedro Piqueras. Estar a plató tiene otras reglas. Sientes que la audiencia es tu responsabilidad y que será culpa tuya si no haces un buen dato», ha proseguido. Tampoco fue fácil estar al frente de un

Por otra banda, ha sorprendido que comentara que ha tenido un problema físico derivado de un retoque estético que se hizo hace un tiempo. Por primera vez, ha explicado que se hizo un pequeño retoque y esto se le paralizó un poco la cara «y no podía pronunciar bien la letra