Arturo Valls ha sido el último protagonista de
«Me gusta que la incorrección política de la película no sea gratuita, sino que esté justificada. El protagonista quiere ser una persona mala y el resto de la gente le dice que cómo puede ser así», dice. Arturo reconoce que es poco rencoroso, que tiene poca memoria y tiene una parte irónica con ganas de hacer reír: «Yo he basado mi carrera en tener una base de buena persona y, después, reírte de los concursantes desde un punto más dulce. La gente me lo compra. Mira si he hecho bromas sobre calvos… Ay, perdona«, decía dando risa a Eloi.
«Yo siempre he sido el segundo más gracioso de la clase, ya que sabía que el más gracioso de la clase
Arturo Valls no quería dedicarse al mundo del humor
Dice que nunca se habría llegado a imaginar que llegaría tan lejos gracias al humor: «Mi vocación era el periodismo deportivo. Me gustaba hacía teatro y el show, pero nunca pensaría que acabaría haciendo una imitación de Shakira en
La fama le llegó cuando todavía estaba estudiando Periodismo, un trabajo en televisión que ha continuado hasta ahora. Cree que ha habido un detalle concreto que lo ha ayudado a no dejar de tener los pies en el suelo, estar mucho de tiempo viajando a Valencia cada fin de semana para continuar rodeándose de los amigos de toda la vida: «La gente me preguntaba por qué no me quedaba en Madrid los fines de semana, ya que allí podía conocer la gente de la farándula e ir a las fiestas. Pero yo iba a casa con la gente de siempre, puesto que ellos son quienes te ponen los pies en el suelo».

¿Y todo este amor por el humor le viene de casa? Su padre es el típico cómico frustrado que se ha dedicado con maquinaria industrial: «Siempre ha sido el alma de la fiesta, aquel que se disfrazaba y que se ponía peluca. Yo notaba que la gente enloquecía cuando mi padre hacía bromas y hacía de