Estefanía Unzu, el nombre real de la influencer Verdeliss, ha completado el reto deportivo más duro de su carrera. Más allá de sus polémicas por la exposición pública que ha hecho de sus ocho hijos, la hazaña deportiva que acaba de lograr ha dado la vuelta al mundo, literalmente. Verdeliss terminó este 6 de febrero la última carrera del World Marathon Challenge, un reto que exigía correr siete carreras en siete días y en siete continentes diferentes.
Aunque no ha logrado un pleno de victorias, ganó seis de las siete carreras, pero esta hazaña no ha sido sencilla. Una vez terminado este reto extremadamente caro –le ha costado 39.000 euros– la influencer ha revelado las secuelas físicas que ha sufrido, sobre todo durante la última carrera, donde confiesa «que no podía parar de vomitar».

Las consecuencias de exponer el cuerpo a un esfuerzo físico tan salvaje
El World Marathon Challenge es un reto no apto para todos los bolsillos, pero tampoco es recomendable para aquellos que no se vean con ánimo de soportar los cambios de temperatura, las horas de diferencia y el poco tiempo de recuperación. Después de lograr su última carrera, la influencer ha compartido las secuelas físicas que ha sufrido durante su aventura.
En las últimas horas ha afrontado el «descontrol» que supone para su cuerpo este desafío: «Por la falta de sueño, la nula recuperación, sobrevivir en aviones/aeropuertos, las diferencias horarias, los cambios climáticos, altitudes, humedades, jet-lag, comida y duchas furtivas… Mi cuerpo ha dicho ‘hasta luego'», explica con un toque de humor.
Durante la recta final de la última carrera en Miami, su cuerpo estaba al límite. «No podía parar de vomitar durante la carrera. Pero créanme que fue mi mayor victoria detener el cronómetro en 3 horas 34 minutos en Miami… No me rendí pese a la adversidad y completé el reto», ha explicado en sus redes sociales.
Las lesiones que se lleva de esta experiencia
En las otras etapas de esta maratón internacional también ha sufrido muchísimo. Ha tenido que enfrentar problemas como el síndrome de la fascia lata, una lesión en la rodilla por una carga deportiva excesiva, además de tener «la piel carbonizada» porque «se había olvidado de usar protector solar» durante la maratón en Sudáfrica.
Después de agradecer todo el apoyo que ha recibido en los últimos días, la creadora de contenido confiesa que «ha estado en una burbuja» y que este reto ha sido «una experiencia vital». Ahora toca volver a casa con sus hijos, y confiesa cuáles son sus necesidades actuales. «Dormir en una cama y recuperar mi piel», ha escrito en la última publicación en Instagram. Quedará por ver si en los próximos días las secuelas físicas de este gran esfuerzo mejoran.