Paula Echevarría y Miguel Torres han repetido varias veces que, por el momento, no tienen intención de pasar por el altar. La pareja comenzó su historia de amor en 2018, poco tiempo después de la separación de la actriz y David Bustamante. Muy enamorados, con una relación sólida y un hijo en común, siempre se muestran sonrientes y cómplices. En la última aparición pública que han hecho, sin embargo, se han picado un poco cuando los periodistas les han preguntado si acabarán casándose o no.
El tema surgió cuando Paula explicaba que ha sido ella quien ha recibido el ramo en la boda de la hermana del futbolista, un gesto que siempre se dice que te convertirá en la próxima novia en casarse. Pues parece que esta idea no le hizo gracia a su novio: «Casi se desmaya cuando vio que lo agarraba yo«. Hasta ahora siempre habían dicho que tener un hijo juntos es «la unión más grande» y que no tienen ninguna necesidad de organizar un enlace porque ambos han tenido bodas anteriores y, ahora, dan una importancia «justa» al matrimonio.
Miguel Torres ha insistido en la idea de que no será él quien pida la mano a Paula Echevarría: «Siempre digo que a ella ya le han pedido matrimonio una vez, así que si quiere volver a pasar por ese momento tendrá que experimentar cómo es pedirlo ella. Me haría gracia que experimentara cómo te tienes que preparar para el momento para sorprender al otro«. No cree que lo llegue a hacer nunca, por eso, ya que considera que Paula es una mujer «muy clásica».
Sea como sea, tampoco tiene claro si aceptaría la propuesta: «A este paso no hay boda, creo que tendremos que dejar de insistir. Tampoco es cuestión de pedirlo o no, ya que la muestra de lealtad más grande de una pareja es tener un niño. No creo que un papel o una firma nos lleve a un punto diferente«.
Paula Echevarría responde a la petición de Miguel Torres sobre una posible boda
Cuando los periodistas congregados en el acto de Samsung le han preguntado a Paula Echevarría sobre este tema, ha dejado clara su postura: «Que espere sentado si quiere que le pida matrimonio yo. Y no lo digo como machismo o feminismo, solo digo que espere sentado. Él me pasa la pelota a mí, pues yo se la devuelvo a él. Así estaremos hasta que tengamos 80 años«.
«No hemos perdido la ilusión, no, ya que la convivencia es lo que más nos ilusiona. La boda es una gran fiesta, pero podemos hacer una en casa cualquier día. La boda no es necesaria. Los dos estamos bien como estamos, entonces ¿por qué hacer nada?«, prosiguió ella.
La boda se ve lejos, todavía, tal como demuestran las siguientes declaraciones de su novio: «Yo ya me casé y divorcié, Paula también se casó y divorció… Ya hemos vivido esos momentos y creo que, cuando uno está bien y la vida le funciona tal como está, no debería ser necesario».
No se casarán, pero ¿ampliarán la familia ahora que el pequeño tiene 4 años? Tampoco es una prioridad en su caso: «Mi tiempo de calidad se lo doy a mi hijo y Paula tiene una niña preciosa que casi es una mujer adulta. Estamos con tramos de edades justos para poder disfrutar de las dos vidas diferentes, así que no», ha dejado claro Miguel Torres.
