María Teresa Campos ha muerto esta madrugada a los 82 años después de dos días ingresada. Era un secreto a voces que podía perder la vida pronto, teniendo en cuenta las complicaciones que sufría y el deterioro cognitivo que experimentaba desde hacía meses. El motivo de su último ingreso hospitalario era, según informaban en un comunicado, «una insuficiencia respiratoria grave» que ha ido empeorando a medida que pasaban las horas. Esta ha sido la causa de la muerte, una falta de oxígeno en la sangre que puede ser mortal cuando la situación clínica del paciente es débil y grave como la suya.
María Teresa Campos sufrió cáncer de garganta en 2008
El historial clínico de la mítica periodista está lleno de enfermedades importantes que han ido empeorando, poco a poco, su estado de salud. En 2008 sufría la primera de unas cuantas enfermedades, un cáncer de garganta que hizo que pasara «mucho miedo» tal como reveló en varias ocasiones. La operaron y, después de unos meses de baja, pudo volver a televisión con una sonrisa muy grande y muy agradecida por «la suerte» que había tenido.
Solo un año después, volvía a ser ingresada por culpa de un cólico en la vesícula que tuvo a la familia preocupada otra vez. Aquel incidente no fue tan grave y la recuperación fue todavía más rápida, pero sumaba otro punto a su expediente.

El ictus de 2017 marcó el principio de los problemas de salud graves de la presentadora
El 2017 supuso un antes y un después en su salud, por eso. María Teresa Campos sufrió entonces un ictus grave que acabaría afectándola mucho. Entre las secuelas que sufrió, las hijas reconocieron que la periodista había empezado a sufrir muchos mareos, dolores de cabeza y visión doble.
Nueve meses después, las alarmas sonaban otra vez cuando se confirmaba que habían tenido que operarla por culpa de un problema estomacal. En aquella ocasión, se trataba de una interrupción en el tráfico intestinal que puede provocar mucho de dolor y otros problemas a largo plazo.

¿De qué enfermedad ha muerto María Teresa Campos?
A partir de entonces, sus apariciones en televisión empezaron a disminuir y su estado físico iba demostrando un empeoramiento constante. Cada vez que reaparecía en público se le veía algo más delgada y desmejorada, lo que iba aumentando la preocupación por su estado de salud. Cuando realmente se inició la cuenta atrás fue a finales del año pasado, cuando sufrió una caída en casa que la forzó a ser ingresada en el hospital durante nochevieja. Allí, después de someterla a varias pruebas, habrían visto que tenía una anemia considerable.
Sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, habrían optado por decir la verdad en aquel momento y habrían sacado a la luz que la madre sufría «un deterioro cognitivo importando«. Es decir, que empezaba a tener cierta demencia y problemas en el habla o la memoria. Ya no podía estar sola y se alternaron para poder cuidarla y estar a su lado en los que han acabado siendo sus últimos meses de vida.