Camilo Blanes ha sido protagonista de la actualidad este fin de semana al publicar un par de fotos que lo muestran muy desmejorado. Desde que tuviera el microinfarto cerebral, el hijo de Camilo Sesto ha tenido a su madre muy preocupada porque no acaba de levantar la cabeza. Problemas de drogas, adicciones… Y ahora, malas compañías.
Así lo ha denunciado su madre en un programa de Telecinco, en el que ha intervenido para pedir calma para el chico: «Él no está bien, es obvio, pero nunca había llegado a este grado de autodestrucción. Esto en México nunca habría pasado porque las leyes son de otro modo… Hace tiempo que busco ayuda para él y me he chocado contra una pared de hormigón mil veces. Mi máxima preocupación es que su vida está en peligro cada día, de manera constante».
«Esta enfermedad es muy cruel para él y la familia que el aprecio. Hay quién lo entiende y otros lo juzgan duramente sin saber qué hay detrás. Es una buena persona que ha pasado por mucho. No puedo decir nada, él nunca haría algo así estando bien. Él cuando está bien es una persona coherente. No tiene nadie de confianza, excepto yo y su novia. No puedo hacer nada porque es un adulto, la ley no me acompaña si no lo inhabilitan. Con mi hijo antes no se podía hablar, no reconozco la persona a quien estoy viendo y creo que no es consciente de todo. No está bien en estas condiciones, está en su peor momento. Nunca lo había visto en este estado. Todo esto ha empezado a raíz de la muerte del padre, no es fácil. Sabe mucho de leyes y sabe que aquí no puedo hacer nada».
Camilo Blanes publica otra foto con mala cara
El chico ha eliminado la foto que publicó al darse cuenta que todo el mundo le estaba escribiendo y opinando sobre su estado. Ahora bien, ha compartido otra en la cual también sale con peluca. En aquel mensaje, ha enviado un dardo a sus detractores: «¿Estáis bien?».


El chico tiene a todo el mundo pendiente de su estado de salud, ya que se le ha visto en patinete y con ropa interior. Siempre que aparece públicamente se le ve mal, a lo que se suma el cartel que han colocado a la puerta de casa en la que piden que nadie entre sin permiso de la madre. Una historia complicada que no gusta.