Sofía de Grecia ha sido apartada de la foto familiar en el gran día de Leonor. La Casa Real no quería que Juan Carlos de Borbón estuviera presente en el acto oficial de la jura de la Constitución y, para no quedar tan mal, tampoco invitaron a su mujer. O los dos o ninguno de ellos, habrían pensado. Esta decisión habría hecho mucho daño a la emérita, que quería estar junto a su nieta en este paso tan importante como heredera. No es la primera humillación que recibe de esta parte de la familia y se la podría haber esperado. Ahora bien, lo que más le ha dolido ha sido que otra de las nietas también la deje de banda.
Nos referimos a Victoria Federica, la hija de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar. La nieta más mayor de Sofía tampoco quiso acudir en la fiesta familiar de la prima, por lo que se apresuró a comprar unos billetes de avión hacia Perú para poder tener una buena excusa que justificara su ausencia: «No, lo siento, leonor. No podré venir porque estaré de viaje con los amigos a más de 9.000 km de distancia», podemos imaginarnos que le habría dicho.

Sofía de Grecia, dispuesta a pagar mucho dinero a cambio que Victoria Federica cambiara de opinión
Su abuela se habría enfadado mucho al enterarse de que había usado esta excusa por no acudir a la celebración familiar. Sofía quería a su nieta
La griega quería demostrar una imagen de unidad y, por este motivo, se habría ofrecido a pagar a la nieta todo lo que le hubiera costado el viaje a Perú a cambio que lo cancelara y acudiera a la fiesta: «Se ha ofrecido a pagarle de su bolsillo los 2.000 € que le ha costado todo«, han dicho en

Dos días después de la cena familiar en honor a los 18 años de Leonor, además, Sofía había congregado a todos los nietos en un almuerzo para celebrar su 85.º cumpleaños. Los ha invitado a la Zarzuela y se ha podido saber que Felipe, Cristina y Elena sí que han acudido. Además, también habrían ido unos cuantos nietos como Irene y Miguel Urdangarin; que habrían disfrutado de un menú a base de consomé, pescado y helado. No fue Victoria Federica, en Perú, y tampoco Froilán porque ya había viajado hasta Abu Dabi.