La primera reunión del gabinete de Donald Trump ha culminado con una amenaza directa hacia la Unión Europea (UE): EE. UU. impondrá aranceles del 25% de manera general a las importaciones europeas. En unas declaraciones recogidas por la Agencia Catalana de Noticias, el inquilino de la Casa Blanca ha justificado la decisión argumentando que «la UE se creó para fastidiar a EE. UU.». «Han hecho un buen trabajo, pero ahora yo soy el presidente», ha dicho, añadiendo que los 27 se han «aprovechado» de su país.

«Hemos tomado una decisión y la anunciaremos pronto», ha explicado el republicano, refiriéndose a unos aranceles que se aplicarán «a los coches y a todas las demás cosas». Es decir, «cosas» fabricadas por EE. UU. y que, según su parecer, la insolidaria UE rechaza. «Nosotros lo aceptamos todo y tenemos unos 300.000 millones de déficit con la Unión Europea», ha asegurado. No obstante, estos datos han sido cuestionados por la Comisión Europea, que estima el déficit sólo en 50.000 millones si se tiene en cuenta el superávit comercial de Washington en el sector de los servicios.

Trump se vanagloria de su capacidad para
Trump se vanagloria de su capacidad para «resolver conflictos», aunque castigue con aranceles incluso a sus aliados comerciales / @realDonaldTrump en X

Trump, además, se ha mostrado tranquilo ante cualquier posible contramedida por parte de los 27 en respuesta a los aranceles. «Pueden intentar represalias, pero sus números nunca podrán igualar los nuestros» ha aseverado, convencido de que su país es «el que todos quieren». En este sentido, los europeos no tendrían ninguna garantía de éxito, ya que desde Washington «podemos dejar de comprar en cualquier momento, y si eso ocurre ganamos». Estas no han sido las únicas amenazas del republicano en materia comercial. México y Canadá, vecinos con los que EE. UU. mantiene un tratado de libre comercio, también recibirán aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses a partir del próximo 2 de abril, según se ha anunciado en la reunión.

En la misma comparecencia, Trump también ha anunciado que este viernes el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, viajará a EE. UU. para sellar el trato sobre las tierras raras y los minerales críticos del país europeo a cambio de garantizar la ayuda de EE. UU. en el conflicto con Rusia —condición que, a pesar de las exigencias de Zelenski, Washington aún no ha garantizado.

La Unión Europea planta cara a la amenaza arancelaria

La UE ha reaccionado rápidamente a las declaraciones del polémico magnate, anunciando medidas «firmes e inmediatas» sobre cualquier «barrera injustificada al comercio libre y justo». Según ha indicado un portavoz de la Comisión Europea (CE), «la UE siempre protegerá los negocios, los trabajadores y los consumidores de las tasas injustificadas».

Contrastando con la visión desfavorable de Trump sobre el mercado comunitario europeo, la UE ha reivindicado su papel como «el mercado libre más grande del mundo», lo que supone una «bendición para EE. UU.». La organización comunitaria considera que la creación de un mercado «grande, integrado y único» ha reducido los costos para los exportadores estadounidenses y armonizado los estándares y regulaciones en los 27 países, impulsando abundantes beneficios en el comercio transatlántico de bienes y servicios. A raíz de esto, la UE invita a Trump a unir esfuerzos para preservar estos beneficios mediante el «diálogo, la apertura y la reciprocidad».

Votación del pleno del Parlamento Europeo de Estrasburgo | Unión Europea
Votación del pleno del Parlamento Europeo | Unión Europea

Es difícil contabilizar las ocasiones en que Trump ha utilizado la amenaza de aranceles para presionar a otros países. Desde que regresó a la Casa Blanca, ha empleado esta táctica varias veces por semana. A pesar de esto, aunque hizo lo mismo durante su primer mandato, la gran mayoría de amenazas arancelarias no se concretaron. Una vez más, las desbocadas ambiciones de Trump sitúan a Europa en un escenario de incertidumbre.

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