Lo ‘no en la guerra’ vuelve a oírse en las calles de Israel. Las principales ciudades del se movilizaron el pasado sábado contra el gobierno de Benjamin Netanyahu y su rol en la masacre en Gaza y Cisjordania. Hasta 150.000 manifestantes, según los organizadores -la organización Hofshi Israel– , llenaron las diversas marchas convocadas, según publica el digital local
Más allá del rechazo a la invasión, los manifestantes reclaman la dimisión en bloque del gobierno de Netanyahu y la convocatoria de elecciones anticipadas. También se ha exigido un acuerdo para el retorno de los rehenes, que permanecen en territorio palestino desde la ofensiva de la milicia islámica. «Vivos y no en bolsas», reclamaban los manifestantes -hay que recordar que, en varias instancias, los ciudadanos israelíes retenidos por Hamás han sido muertos por las mismas Fuerzas de Defensa Israelíes, tanto en ataques a gran escala como en operaciones más específicas-. En concreto, se ha recordado el nombre de la joven militar Naama Levy, la madre de la cual, Yoni Levy, ha hecho un llamamiento al primer ministro a «estimar y cuidar de todos los rehenes igual que se estima y se cuida a sí mismo». Según ha publicado el medio
«Violaciones del protocolo» en Cisjordania
El mismo día que la ciudadanía israelí tomó las calles de las principales ciudades del país, las FDI se han visto obligadas a reconocer una de las últimas «violaciones de protocolo» por parte de sus soldados, en este caso en Cisjordania. Según denunció la Media Luna Roja Palestina, la representación en el territorio de la red internacional de la Cruz Roja, soldados israelíes usaron un ciudadano palestino herido como escudo humano -hecho del cual las autoridades de Tel Aviv a menudo acusan en Hamás-. El hombre, según acusan desde la organización, acabó ligado al capó de uno de los vehículos militares de las fuerzas de defensa, «antes de poder ser trasladado al hospital» por parte de la Media Lluna.

En este sentido, el ejército se ha visto obligado a condenar la conducta de sus soldados, que «no se ajusta a los valores de las FDI». En un comunicado recogido por la CNN, los mandos militares israelíes garantizan que «el incidente será investigado y tratado en consecuencia». En respuesta a la postura de las Fuerzas, la relatora especial de las Naciones Unidas para el territorio palestino ocupado, la italiana Francesca Albanese, ha estado especialmente dura con Tel Aviv y con todos sus aliados. «Es sorprendente como un estado nacido hace 76 años ha estado capaz de poner boca abajo literalmente el derecho internacional», denunciaba en una publicación a su cuenta de Twitter. Las prácticas del ejército israelí en la ofensiva contra territorio palestino, alerta la enviada especial, ponen «en riesgo el multilateralismo; que para algunos estados miembro influyentes no sirve ningún propósito relevante».
Expansión del conflicto
Más allá de las fronteras de Gaza, la ofensiva israelí hace tiempo que se extiende también en el sur del Líbano, donde los combates con la milicia Hezbolá se han intensificado en las últimas jornadas. Según el mismo ejército, el pasado sábado se atacó «un escuadrón terrorista» del partido armado chií. «Las fuerzas aéreas atacaron una estructura militar de la organización terrorista a la zona de Kfar Kila», han comunicado, después de un «aviso de infiltración» a la zona fronteriza con Israel. En medio de la escalada de tensiones, voces del ejecutivo de Netanyahu han dejado entrever intenciones de activar una «guerra total» contra Hezbolá, hecho que arriesga la estabilidad en la región por el apoyo del gobierno iraní a los militantes libaneses.