El gobierno italiano ha declarado en el Consejo de Ministros de este martes el estado de emergencia al país por la llegada de migrantes. Una medida sin precedentes que estará en vigor durante seis meses y que dota de más poderes a la presidenta Giorgia Meloni, que justifica la decisión asegurando que el país vive una crisis migratoria. Este estado de excepción permitirá que el ejecutivo de la líder ultraderechista pueda aplicar políticas polémicas contra los migrantes como, por ejemplo, las identificaciones exprés y las expulsiones por la vía rápida de las personas en situación irregular.
La medida aprueba destinar cinco millones de euros -provenientes del Fondo de Emergencias Nacionales- a las estructuras estatales que permitirán acelerar los procesos de acogida y de expulsión. También permitirá reforzar las herramientas de repatriación y tomar decisiones sobre la expulsión de migrantes que se encuentren en Italia en una situación irregular.

3.000 rescates este fin de semana
A lo largo de este fin de semana, la guardia costera italiana ha rescatado unos 3.000 migrantes en el mar Mediterráneo. El ministro de Protección Civil y Políticas Marines, Nello Musumeci; quién ha asegurado que la llegada de migrantes en Italia a través de rutas mediterráneas ha aumentado un 300% y, recuperando la petición del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, ha llevado la propuesta del estado de emergencia migratorio al Consejo de Ministros esta tarde. «Permitidme ser claro: el problema no se puede resolver. La solución solo está vinculada a una intervención consciente y responsable de la Unión Europea», ha detallado Musumeci.
La última vez que el gobierno italiano decretó el estado de emergencia -una medida que permite tomar decisiones excepcionales sin pasar por el Parlamento- fue por la pandemia de la Covid-19. Ahora, pero, Meloni abre una brecha legal que le da luz verde para tomar decisiones que, hasta ahora, no tenía poder para tomar.