Los primeros movimientos en Bruselas confirman el terremoto en la Comisión Europea, con epicentro en Italia. Según ha informado el medio alemán
Fitto, justo es decir, es uno de los perfiles más vinculados al conservadurismo tradicional entre las filas de Meloni. En primera línea política desde los 90, había sido miembro de las varias iteraciones de la difunta Democracia Cristiana. Su primer cargo electo, de hecho, ya fue a escala europea: el 1999 ganó un escaño en Estrasburgo bajo la bandera de Forza Italia, el vehículo político de Silvio Berlusconi. Miembro del grupo de la derecha tradicional durante más de una década, lo abandona el 2015, cuando también se desvincula del mundo berlusconià y la refundación de FIN, a semillas al PP Europeo, para añadirse a las filas de Conservadores y Reformistas Europeos, un tráfico que acabó con su entrada a FdI el 2019. Vinculado a ejecutivos derechistas en Italia durando todo el siglo XXI, ha sido implicado en varios juicios por corrupción política, entre los cuales destacan un caso de sobornos para concesiones públicas y la venta de la compañía pública Cedis -todo ello cargos de los cuales ha sido absuelto más adelante-. Con su trayectoria, el vicepresidente es visto a los círculos legislativos como una figura de consenso, en línea con los acercamientos de Meloni con los populares que ya se vieron en campaña.

Primera tongada de comisarios
Más allá de la entrada de Fitto al gobierno, Von der Leyen habría, según las informaciones avanzadas por
Por la banda francesa, el hasta ahora encargado del Mercado Interno, el liberal Thierry Breton, pasará a encargarse de la industria y la autonomía estratégica continental; mientras que el conservador neerlandés Wopke Hoekstra abandonará Acción Climática en favor de Ribera para dedicarse a la cartera de Comercio. Finalmente, el popular polaco Piotr Serafin se encargará de la comisaría presupuestaria; mientras que el socialista eslovaco Maros Sefkovic -una de las únicas caras, junto con Ribera, del centro-izquierda comunitario en Bruselas- abandonará la vicepresidencia ejecutiva para el Green Deal Europeo para dedicarse a la reducción de la burocracia y la reforma de la administración, uno de los grandes objetivos que Von der Leyen se marcó al final de la pasada legislatura.