El líder del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), Abdullah Öcalan, ha pedido a la organización que deje las armas y se disuelva. Öcalan, que está encarcelado, ha hecho un gesto de paz hacia Turquía y ha defendido la vía «democrática» para resolver el conflicto que le enfrenta con Ankara desde hace 40 años. «El PKK debe disolverse», ha dicho el líder de la organización a través de un mensaje que ha leído el dirigente kurdo del Partido Democrático de los Pueblos (DEM), Ahmet Türk, en una comparecencia seguida con gran expectación por la comunidad kurda de Turquía y Siria. «Como es el caso en cualquier comunidad moderna y partido cuya existencia no ha sido abolida por la fuerza, debe hacerlo de manera voluntaria», ha insistido. «Pido que se convoque un congreso para adoptar la decisión. Todos los grupos deben dejar las armas».
«No hay un camino alternativo fuera de la democracia», ha asegurado el líder del PKK, que tiene 75 años y está encarcelado desde finales de los años 90 en un centro penitenciario situado en una isla al sur de Estambul, donde cumple cadena perpetua por terrorismo. En un mensaje inesperado, Öcalan apuesta ahora por una «reconciliación democrática» que permita poner fin a un conflicto que dura cuatro décadas.

Un anuncio con consecuencias en Turquía, Siria e Iraq
El veterano dirigente del PKK es el referente político de los kurdos en Turquía y en Rojava, al norte de Siria. Ankara había reclamado a los kurdos de la Administración del Norte y Este de Siria (ANES), que controlan de facto todo el norte del país a pesar del nuevo gobierno en Damasco, que se desvincularan del PKK. Por eso el anuncio de Öcalan ha sido muy seguido tanto en Siria como en Iraq, donde los kurdos también gozan de cierta autonomía administrativa, mucho más consolidada que en otros países y bajo el control del clan Barzani.
Öcalan ha reconocido que las condiciones políticas que llevaron al surgimiento del PKK a finales del siglo pasado han cambiado y que ahora se da el contexto idóneo para iniciar un proceso de paz. «El colapso del socialismo en la década de los noventa debido a dinámicas internas, la disolución de la negación de la identidad kurda en el país y la mejora en la libertad de expresión han llevado a un debilitamiento del significado fundacional del PKK».
Hacia un proceso de paz
Asimismo, el histórico líder kurdo ha defendido que durante «más de mil años, las relaciones entre los turcos y los kurdos se han definido en términos de cooperación y alianza mutuas». Öcalan considera que la «necesidad de una sociedad democrática es inevitable» y ha recordado que el PKK y la insurgencia armada «encontraron una base social y un apoyo y estuvieron inspirados principalmente en el hecho de que los canales para la política democrática estaban cerrados». El Partido Popular para la Igualdad y la Democracia tiene una participación activa como mediador en las conversaciones de paz entre Ankara y el PKK.
Hace una década, en 2013, ya se produjo un primer intento, pero dos años después de las negociaciones el acuerdo se rompió y estalló una nueva oleada de enfrentamientos en las zonas de mayoría kurda en el sureste y este de Turquía. Ahora el PKK, al igual que la mayoría de los partidos kurdos, apuesta más por conseguir una mayor autonomía dentro de Turquía que por forzar la creación de un estado independiente y el anuncio de Öcalan se enmarca dentro de este giro hacia una solución democrática con Ankara.