Europa y Estados Unidos están manteniendo un pulso de poder después de que Trump se abriera a negociar con Putin el final de la guerra en Ucrania sin contar con Europa. El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, ha anunciado que enviará un nuevo paquete de ayuda a Ucrania, un nuevo capítulo de esta ‘guerra fría’ que libran los europeos y Estados Unidos, y que ha asegurado que es un mensaje “firme” de apoyo al régimen de Kiev. Kubilius ha señalado que espera que este nuevo paquete se apruebe el próximo lunes coincidiendo con el tercer aniversario de la invasión y ha reafirmado que la posición de los 27 es “muy clara” para actuar “de manera urgente”.
Con este paquete, Europa busca ayudar a Ucrania en sus “necesidades más urgentes”, necesidades entre las cuales se incluyen el envío de munición artillería, sistemas de defensa aéreos y misiles, además de ofrecer apoyo para entregar y equipar las brigadas del régimen de Kiev.
Este nuevo paquete de ayudas elevará aún más el gasto que la UE ha destinado en ayudas a Ucrania, y que ya se eleva hasta los 48.700 millones de euros. Fuentes europeas han relatado a la Agencia Catalana de Noticias que la cantidad -de la ayuda- “será sustancial de seguro” pero señalan que la Unión Europea es consciente de que es quien debe hacer «más» por el régimen de Kiev en el ámbito militar y financiero.

Un nuevo paquete de sanciones para Rusia
El comisario europeo también ha anunciado que este mismo lunes los países europeos aprobarán el 16º paquete de sanciones contra Rusia. Los países de la UE buscan medidas contra la «flota fantasma” que el Kremlin usa para esquivar las restricciones actuales y quieren imponer nuevas prohibiciones a las exportaciones e importaciones rusas. Unas nuevas sanciones para Rusia que llegan en un momento en que la Unión Europea no tiene una unanimidad clara. De hecho, el ministro de exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, ya alertó al ejecutivo comunitario que desde el gobierno húngaro de Viktor Orbán no apoyará un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, un hecho clave porque tanto la ayuda como las sanciones deben ser aprobadas por unanimidad y cabe recordar que el ejecutivo de Orbán ya ha bloqueado en varias ocasiones el envío de ayuda y las sanciones al gobierno de Putin.