Cuando cada vez se habla menos de la crisis de los 40 –sustituida por la de los 50 o la de los 60–, aparece cada día con más fuerza la de los 30. En la cuarentena, la mayoría de habitantes de ciudades occidentales del siglo XXI están demasiado ocupados, con hijos pequeños y en el punto álgido de su carrera profesional, para tener tiempo para una crisis. A los 30, en cambio, el joven urbano vive «un punto de inflexión» en su vida, obligado a entrar en una etapa de madurez y de asunción de nuevas responsabilidades en un proceso que muchas veces no es fácil. Este es el tema de fondo de Mercromina, la novela de Aida Sunyol que ha ganado la 45ª edición del premio Sant Joan BBVA y que publicará Edicions 62.
Nacida en Cardedeu en 1990 y cuando aún no ha cumplido los 35 años, esta licenciada en Biotecnología por la Universitat Autònoma de Barcelona y profesora de biología y geología de secundaria ha dado un salto en su trayectoria en las letras. Asegura que ha escrito desde adolescente. Lo había dejado durante unos años, pero con la pandemia recuperó esta pasión. Desde entonces, ha escrito relatos que se han publicado en recopilaciones como Sexo fuera de la norma, de literatura erótica feminista, y también en la publicación cultural Núvol. Ahora se ha lanzado a escribir novela y en el primer intento ha dado en el blanco con el premio Sant Joan. «Decidí presentarme porque tenía confianza en el texto y decidí intentarlo. Además, el año anterior ya había ganado una autora novel», recuerda, en referencia a Alba Gómez.
‘Mercromina’ para heridas leves del alma de los protagonistas
Mercromina, según reconoce la misma autora, surge en parte de su propia experiencia al entrar en la treintena. «Cumplí 30 años en 2020 y eso implicó una crisis global», explica. «Es el momento de pasar de la juventud exploratoria a una cierta madurez, y hay que reconfigurar relaciones y varias cosas», reflexiona.
Esta fase de su vida es la que viven sus personajes de una obra que el mismo jurado ha definido como una «novela coral y urbana». Es «una historia de historias múltiples que van haciendo un juego de espejos. Hay ficción dentro de la ficción, y hacen de espejo y ayudan a entender mejor las tribulaciones de los personajes». De hecho, Sunyol comenzó a escribir lo que acabaría siendo una novela en 2023 como recopilación de relatos, pero pronto vio «resonancias» entre las diferentes historias. «Se complementaban y podían servir para tejer una narración común». Dedicó dos veranos a coser las historias particulares para dar cohesión a la obra. «Fue relativamente rápido porque los personajes ya estaban muy construidos», reconoce. Así es como llegó a una novela donde el tono que predomina es el humor y la ironía, donde se describen «relaciones atomizadas» pero vividas por personajes «que intentan establecer conexiones genuinas, cada uno desde sus peculiaridades y excentricidades y neurosis.
Al final, sin embargo, no hay grandes dramas. Por eso, precisamente, la obra se titula Mercromina. «Hace referencia a las heridas poco profundas que se curan con un antiséptico, pero con un color que llama la atención. En este caso son heridas del alma de los personajes que no pasan de rasguños, pequeños dramas que se curan con un poco de mercromina», matiza.

El BBVA amplía el premio con una nueva categoría y resalta el «compromiso con el territorio y con la lengua catalana»
El galardón, dotado con 35.000 euros –es el cuarto mejor dotado de Cataluña–, se ha entregado este martes por la tarde en un acto presidido por el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull, en el Salón Modernista de la Fundación 1859 Caixa Sabadell, organizadora del certamen. El BBVA apoya el premio y al resto de galardones culturales que otorga la Fundación de Antiguas Cajas Catalanas. En representación del BBVA, el director territorial de la entidad en Cataluña, José Ballester, ha remarcado que «el Premio BBVA Sant Joan no es solo un galardón literario de prestigio: es una declaración de compromiso con el territorio, con la lengua catalana y con la creación cultural». En un año especialmente estratégico para el banco debido al proceso de OPA con el Banc Sabadell, el directivo ha puesto el acento en una novedad del premio que se aplicará el año que viene: una nueva categoría joven, para autores de entre 18 y 35 años. En palabras de Ballester, esta decisión «reafirma la voluntad del BBVA de seguir impulsando la literatura y la cultura catalanas, abriendo caminos al talento emergente y acompañándolo en sus primeros pasos. Un acompañamiento cercano, como el que también ofrecemos en nuestra actividad diaria como entidad, desde el arraigo al territorio, para atender las necesidades de familias, instituciones y empresas catalanas”.