La sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a restituir las pinturas a la sala capitular del Monasterio de Vilanova de Sijena, en la Franja, sigue levantando polvareda. A pesar de la resolución judicial que obliga a trasladarlas, los expertos y especialistas continúan aportando argumentos técnicos para defender que estas históricas pinturas deberían quedarse en el museo. Este lunes, la Agrupación de Arquitectos para la Defensa y la Intervención en el Patrimonio Arquitectónico (AADIPA) del Colegio de Arquitectos de Cataluña, una entidad especializada en la conservación del patrimonio histórico y artístico, ha pedido que los murales de Sijena se mantengan en el MNAC, desobedeciendo la sentencia del Supremo que obliga a trasladarlas hasta el monasterio de la Franja: «Son obras extremadamente frágiles que no pueden ser trasladadas sin riesgo de daños irreversibles», detallan en un comunicado, en el cual aseguran que sus argumentos responden a criterios «exclusivamente técnicos».

En este sentido, más allá de los daños que se producirían al arrancarlas de las paredes del MNAC donde se han alojado estos años los murales, los especialistas también consideran que la sala capitular del monasterio de Vilanova de Sijena no dispone, por ahora, de «garantías técnicas que aseguren unas condiciones climáticas, de iluminación y estructurales estables»: «Persisten agentes como bacterias, humedades o sales que podrían poner en peligro inmediato las pinturas», argumentan. Es decir, los expertos consideran que, una vez reubicadas, tampoco se podría garantizar la conservación de las pinturas de Sijena. Para argumentar que los murales deberían quedarse en el MNAC, los expertos también recuerdan que estas pinturas son especialmente frágiles, ya que sufrieron un incendio en 1936 que ya les provocó grandes daños estructurales. De hecho, según detallan, entre el 50% y el 70% de su superficie conservada ya se ha tenido que reintegrar después de los incendios. Ahora, pues, el desplazamiento del MNAC hasta el monasterio de Sijena las acabaría de dañar: «Los pigmentos y soportes se encuentran gravemente afectados y su traslado podría provocar el colapso material de las obras», argumentan los expertos.

Detalle de una de las pinturas murales de Sijena expuestas en el MNAC, en Barcelona, reclamadas por el Gobierno de Aragón / Eli Don (ACN)

Reproducir los murales en el monasterio de Sijena

Para garantizar la integridad de las pinturas del MNAC, desde la agrupación de expertos y especialistas proponen al gobierno de Aragón, encabezado por el popular Jorge Azcón, impulsar una reproducción fiel y contextualizada en el monasterio de Vilanova de Sijena, lo cual permitiría que las pinturas estuvieran bien conservadas en el MNAC, pero también que volvieran a Aragón -tal como establece la sentencia del Supremo: «Las técnicas actuales de reproducción digital y de impresión mural permiten la creación de réplicas de alta calidad y científicamente rigurosas, tanto visualmente como material, que pueden restituir con gran precisión el aspecto original de las pinturas. Esta opción, ampliamente utilizada en todo el mundo en espacios patrimoniales de alta sensibilidad, permitiría devolver al monasterio de Sijena su carga simbólica y narrativa sin poner en riesgo la obra original», concretan a través de este mismo comunicado.

En esta línea, la agrupación de expertos también pide al gobierno aragonés que promueva acuerdos que pongan por delante la protección del patrimonio «ante cualquier otra consideración». Es decir, que priorice el bienestar de las pinturas antes que el dictamen favorable del Supremo. La consejera de Educación, Cultura y Deportes del gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, sin embargo, ya avisó el pasado viernes que sus técnicos “entrarán” en el MNAC si el museo no quiere ejecutar la sentencia. Una advertencia, pues, que deja entrever que desde Aragón no estarían dispuestos a reproducir las pinturas reclamadas en el monasterio de Vilanova de Sijena.

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