De la tristeza del exilio puede nacer una iniciativa artística que haga historia. Esta es la esencia del Festival Pablo Casals de Prada de Conflent, en la Cataluña Norte. Comenzó en 1950 como una cita para rendir homenaje a Bach en el bicentenario de su muerte. Era, seguramente, la única manera de sacar a Pau Casals de su reclusión amarga después de ver que los aliados vencedores de la II Guerra Mundial no pensaban hacer nada contra la dictadura de Franco. Vivía en Prada, porque no quería marcharse para estar cerca de tantos compañeros de la cultura catalana exiliados, y enseñaba música, pero no tocaba en público. Sin embargo, Alexander Schneider, violinista judío de origen lituano que se había trasladado a los Estados Unidos huyendo del nazismo y que era discípulo de Casals, lo convenció de organizar un festival Bach y de participar activamente. Así fue como volvió a los escenarios, el 2 de junio de aquel 1950, para inaugurar el ciclo de conciertos tocando la Suite número 1 de Bach para violonchelo, en una iglesia de Prada llena a rebosar.

Cómo levantar un festival de primer nivel desde la nada al pie del Canigó

Para llegar a aquella noche, fueron necesarios muchos esfuerzos y Casals, con 73 años, había trabajado durante dos meses con el resto del equipo para conseguir levantar un festival en un pueblo de poco más de 5.000 habitantes, idílico, al pie del Canigó, pero sin infraestructuras y, en ese momento mal comunicado incluso con Perpiñán. Había que encontrar financiación, buscar alojamientos y convencer a artistas europeos y norteamericanos de que viajaran y renunciaran a su caché, de que tocaran en conciertos benéficos cuya recaudación se destinaría al hospital de Perpiñán, que aún atendía a muchos refugiados de la Guerra Civil española. Schneider, que tenía contactos en EE.UU., consiguió gran parte de la financiación. Pero Casals se dejó la piel dirigiendo los ensayos para llegar al día del estreno en condiciones. «Bach no es un hombre rígido, mecánico, como la gente lo piensa a menudo. Es un hombre sensible que siempre ha ido bebiendo del folclore. Hay que tocarlo con mucha sensibilidad. Hay que saber entender y sentir», decía a los músicos.

Éxito rotundo y consolidación como cita imprescindible de la música de cámara

El festival fue un éxito rotundo, y en las siguientes ediciones fue ampliando el repertorio. Se empezaron a tocar piezas de Beethoven, Brahms, Mendelssohn, Mozart, Schubert o Vivaldi. Y más adelante Ravel y Debussy. Y, ya en el siglo XXI, contemporáneos como Penderecki o Gershwin. Y llegó el momento en que el festival dejó de llamarse Bach para pasar a llamarse Festival Pablo Casals, que es como llega al 75.º aniversario. Desde 1955 hasta 1966 lo dirigió Enric Casals, y aquel año fue el último en que participó Pau Casals, ya que en 1967, ya muy mayor, renunció por motivos de salud. De hecho, solo cinco años después, en 1973, con casi 97 años, moría víctima de su segundo infarto, el primero había sido en 1957.

Pau Casals / Foto: Dominique Berretty Gamma Rapho / Getty-Images / Cedida pel Festival Pablo Casals de Prada
Pau Casals / Foto: Dominique Berretty Gamma Rapho / Getty-Images / Cedida pel Festival Pablo Casals de Prada

El 1967 fue, por tanto, un punto de inflexión. Ese año no hubo festival de Prada, pero en 1968 se reanudó con más fuerza, bajo la dirección del pintor François Branger, que formaba parte de la organización y que lo encabezaría hasta 1980. A inicios de los años 80, Michel Lethiec le tomó el relevo en la dirección artística con la ayuda de Leonard Rose. El clarinetista reforzó y perpetuó un festival totalmente dedicado a la música de cámara y a su transmisión, presidiendo 35 ediciones brillantes. En 2020, el violinista y director Pierre Bleuse lo sucedió con ganas de celebrar la música de cámara y de explorar nuevos horizontes.

La gira de primavera para calentar motores antes de la edición de verano de 2025

El Festival Pablo Casals volverá este 2025, del 28 de julio al 8 de agosto. De hecho, ya se pueden comprar las entradas en su página web.

El cartell de la gira de primavera del Festival Pablo Casals de Prada
El cartel de la gira de primavera del Festival Pablo Casals de Prada

Pero antes, para ir abriendo boca, hace su ya tradicional gira de primavera. Entre el 10 de abril y el 17, habrá habido conciertos, en la Cataluña Norte, en el Memorial de Ribesaltes, la Capilla del Ermitaño de Font-Romeu y la Iglesia de los Dominicos de Perpiñán, en colaboración con el Festival de Música Sacra. Y, en una segunda parte, hay tres actuaciones en la Cataluña Sur a las que aún pueden asistir, dos en el Alt Empordà y otra en el Gironès.

Lugares y horarios de los conciertos de primavera

Vilabertran, viernes 25 de abril

Canónica de Santa Maria de Vilabertran | 20h

Antonio José (1902-1936) | Sonata
Heitor Villa-Lobos (1887-1959) | Mazurka Choro
Arthur Kampela (1960-) | Estudio de percusión n° 1
Tōru Takemitsu (1930-1996) | Muir Woods
Joaquín Rodrigo (1901-1999) | Invocación y Danza

Reservas: reservesspv.acdpc@gencat.cat | 972 387 559

Sant Martí Vell, sábado 26 de abril

Iglesia de Sant Martí Vell | 20h

Antonio José (1902-1936) | Sonata
Heitor Villa-Lobos (1887-1959) | Mazurka Choro
Arthur Kampela (1960-) | Estudio de percusión n° 1
Tōru Takemitsu (1930-1996) | Muir Woods
Joaquín Rodrigo (1901-1999) | Invocación y Danza

Reservas 600 569 507 (WhatsApp)

Sant Pere de Rodes, domingo 27 de abril

Iglesia de Santa Helena de Santa Creu de Rodes | 19h

Antonio José (1902-1936) | Sonata
Heitor Villa-Lobos (1887-1959) | Mazurka Choro
Arthur Kampela (1960-) | Estudio de percusión n° 1
Tōru Takemitsu (1930-1996) | Muir Woods
Joaquín Rodrigo (1901-1999) | Invocación y Danza

Reservas : reservesspv.acdpc@gencat.cat | 972 387 559

Pau Casals va participar en les primeres edicions del festival de Prada que ara porta el seu nom i que va com un homenatge a Bach / Foto: Tots els drets reservats
Pau Casals, tocando su instrumento, el violonchelo / Foto: Todos los derechos reservados

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