El tercer programa de esta nueva temporada de Crims ha dejado a los seguidores del formato impactados tras resolver el caso de Angelet. Un hombre de setenta y siete años llamado Àngel Vila, aunque todos lo conocen como Angelet, fue torturado y golpeado la noche del 21 de junio de 2003. ¿El motivo? Un supuesto botín de dinero que habría conseguido el hombre gracias a organizar desayunos y almuerzos para los ciclistas que hacían ruta por el Montseny y pasaban cerca de la masía donde vivía el Angelet.
La investigación del caso es bastante enrevesada, aunque los culpables se identifican rápidamente, una serie de accidentes dificultan las tareas de los Mossos d’Esquadra al tiempo que una confesión posterior les ayuda a esclarecer los hechos y sacude las redes. ¿Qué le pasó a Àngel Vila?

La masía donde vivía era un punto de encuentro para ciclistas
Àngel vivía en una masía bastante aislada por la zona del bajo Montseny. Vivía solo, en Can Quintana, pero logró establecer una especie de negocio ofreciendo desayuno para los ciclistas que hacían ruta por la zona. Esto le ayudaba a ganar un poco de dinero y este fue el motivo por el cual dos hombres decidieron entrar a robar. Corría un rumor entre las malas lenguas de los alrededores que decía que Àngel había hecho mucha fortuna gracias a su pequeño negocio. Una noche, cuando el hombre dormía, dos personas entraron a la casa para encontrar el botín. Uno de ellos lo golpeó, ató a la cama y quemó con cera de vela, dejándolo entre la vida y la muerte.

Las investigaciones de los Mossos d’Esquadra
Se trataba de un hecho delictivo grave, no es solo un robo, sino que había un delito de lesiones hacia la víctima. Los Mossos inician sus investigaciones y encuentran un coche estrellado contra un árbol en el camino de bajada de la masía. A partir de aquí, comienzan a seguir el hilo y aparecen los dos sospechosos principales. Unos hombres con mala fama y otros cargos por problemas con la justicia. Responden al nombre de Cándido y Francis. Aunque los investigadores logran detener a Cándido, a la hora de la verdad, el sospechoso niega toda la confesión que había hecho a la policía ante el juez. Aunque ya sabían que había sido él quien formaba parte del grupo de delincuentes, la ley les obligó a dejarlo ir.
La muerte de Angelet complica la investigación
Los Mossos d’Esquadra continúan sus investigaciones cuando un revés les dificulta las tareas. El trabajo de los Mossos se centra en Cándido, pero las cosas no fueron tan sencillas. Cándido amenaza a los vecinos de Cànoves para hacerlos callar. Semanas después, muere en un accidente de coche, claramente provocado, al estrellar su coche en una zona con gran visibilidad. Pasan dos meses, y llega la noticia del hospital: ha muerto Angelet. Muere después de meses muy duros llenos de sufrimientos por culpa de las lesiones que sufrió.
Joan, uno de los protagonistas de este caso de Crims y amigo de la víctima, no entiende por qué le hicieron daño. Se trataba «de un hombre bueno, que no tenía problemas». Y quizás eso es lo más destacado del crimen, que fue víctima de un rumor. Los amigos sufrieron mucho y con el principal sospechoso también muerto, las investigaciones ahora se centran en Francis, el supuesto cómplice del crimen. Se trata de un hombre «chungo», tal como lo conocen en Santa Coloma, su ciudad. Tiene un pasado delictivo y ya ha estado en prisión.

La confesión de su pareja logra esclarecer los hechos
Después de descubrir la identidad de Francis, los cuerpos de los Mossos se dirigen a su domicilio, donde conocen a Juli, su pareja. A partir de aquí las confesiones no dejan de surgir y se revela una información que pone contra las cuerdas a los mismos cuerpos de seguridad. Juli explica que esa noche del 21 de junio de 2003 los dos sospechosos estuvieron en el piso y se repartieron el botín, unos 8.000 euros. Además, identificó los zapatos que Francis llevaba esa noche, que las investigaciones de la científica pudieron contrastar con la huella que había en la escena del crimen.
Más allá del hecho de que encubrió la verdad durante tantos meses, la novia del acusado confesó lo que había pasado a su madre, y ella se lo contó a un antiguo Guardia Civil jubilado, que tampoco elevó la información a los Mossos. Esta «obstrucción» de la información podría haber ayudado a resolver el crimen mucho antes. Sea como sea, la confesión de Juli permitió detener a Francis. En el año 2005 fue condenado a veinte años de prisión, a pesar de que salió en libertad en noviembre de 2023. Un caso que trastocó a los vecinos de Angelet, un hombre mayor que vivía tranquilo y que fue víctima de un robo y una paliza por culpa de un rumor.
Las reacciones en las redes sociales
Los seguidores del programa de Carles Porta comentan el caso en las redes. En esta ocasión, destacan la rapidez de los Mossos en encontrar a los primeros sospechosos y sobre todo, la crítica hacia el silencio que hubo por parte de los cuerpos de seguridad ante la confesión de la madre de Julia, la pareja del acusado.
Injust i malvat el que li van fer a l’Angelet💔 #Crims3Cat Gràcies Carles porta i equip per la bona feina una vegada més!
— ꩜≋꙳⋆☾✩𝓛Ɩıųཞ𝔢 𝓒ơ๓ Ɩ𝕒 ɬɛཞཞ𝕒✩☾⋆꙳≋꩜ (@Lliure5) February 10, 2025
I..
Un capítol més en les pífies de la policia nacional, 20 anys per assassinar amb crueltat.. quina vergonya tot plegat! pic.twitter.com/qUUKr0a8HH
Robar, torturar i matar un home gran per anar-se’n de viatge a Peníscola. S’ha de ser cutre. #Crims3Cat
— Alba Medina (@alba_allue) February 10, 2025
En conjunto, un caso difícil de digerir ante la maldad de los delincuentes contra un hombre mayor que solo vivía tranquilo en su masía y que fue víctima de un asalto para conseguir un poco de dinero para gastarse en un viaje. Angelet ha sido el programa más visto del día en TV3, alcanzando un récord de temporada con 505.000 espectadores de audiencia media y un 23,7% de cuota de pantalla, un nuevo éxito para el formato de crónica negra que triunfa en la cadena catalana.