Revuelo importante en TV3. El Comité de Empresa de la cadena se ha adherido al comunicado Censuras disfrazadas, que firma el equipo del programa Sense ficció, y también al que había hecho, por su parte, el Consejo Profesional de Informativos. Todos juntos denuncian, en un escrito que han hecho público y que han trasladado a toda la plantilla, que se ha cometido censura en el documental sobre zonas inundables que estaba preparando el Sense ficció. El programa, titulado Alerta inundable, debía sacar a la luz las presiones que, durante años, habrían recibido, presuntamente, algunos técnicos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) para firmar informes favorables a proyectos de construcción en zonas con riesgo de inundación. La dirección de informativos ha pospuesto la emisión del documental sin fecha, porque consideran que aún no cumple con los estándares periodísticos de la casa.

Portavoces de TV3 niegan que se trate de censura

Portavoces oficiales de TV3 confirman la suspensión de la emisión, pero puntualizan que solo se ha pedido que se profundice más en las denuncias porque creen que es necesario buscar «más testimonios» y que se siga trabajando en el documental «con el objetivo de asegurar un buen trabajo periodístico«. Niegan que se haya cometido censura en ningún caso, una acusación que califican de «absolutamente falsa«. Simplemente, aseguran, se ha seguido el procedimiento habitual de siempre: el documental ha llegado a dirección y, desde aquí, se ha pedido al equipo que siga trabajando en él porque creen que sería necesario profundizar más «para tener todas las garantías de un documental periodístico«.

En la denuncia que hacen los trabajadores de la cadena pública, lamentan que haya habido una «injerencia grave» de la dirección de la CCMA en el equipo del documental. Consideran que se ha ejercido «una presión intolerable» sobre los trabajadores que están detrás de este programa, ya que habrían «cuestionado» su profesionalidad y también habrían «exigido modificaciones» que «atentan contra la libertad de información y el rigor periodístico».

Trabajadores de TV3 exigen que se garantice la emisión del ‘Sense ficció’ de la polémica

Desde aquí exigen que se garantice la emisión íntegra del documental y «que se ponga fin a cualquier tipo de censura o presión que vulnere los derechos de las personas trabajadoras y la calidad del servicio público». No ven bien que la dirección haya pospuesto su emisión con el argumento de continuar investigando sin aclarar, en ningún momento, cuál debe ser la línea de esta nueva investigación. Y continúan, contundentes: «Esta decisión llega después de que se pidiera explícitamente al equipo que eliminara del documental la parte donde los alertadores [extrabajadores de la ACA no identificados] hacían su denuncia, hecho que supone una censura encubierta y una violación flagrante de los principios de transparencia y servicio público«.

Denuncian, además, que se haya presionado a sus profesionales para que incumplieran leyes vigentes, como la protección de las fuentes periodísticas, la protección de datos de los alertadores y el secreto profesional: «Han exigido que se revelaran datos que podrían poner en riesgo la identidad de los alertadores».

Denunciantes no identificados y tensión con el Departamento de Territorio

El núcleo del desacuerdo se sitúa en entrevistas hechas a extrabajadores de la ACA que no son identificados. De hecho, ni siquiera aparecen de espaldas o en la penumbra con la voz distorsionada, como se hace en algunos casos en reportajes de investigación. La técnica empleada en este caso, que tampoco es nueva ni ajena a TV3, que la ha permitido en otros casos, es la de la dramatización de las declaraciones con voces de actores. Tanto el equipo autor del documental como el Consejo Profesional y el Comité de Empresa aseguran que las fuentes están protegidas pero que los periodistas que los han entrevistado han contrastado sus afirmaciones y su fiabilidad. El hecho de pedirles que revelaran su nombre, según esta versión, haría inviable el reportaje.

La otra vía de conflicto ha venido por tensiones con responsables de comunicación del Departamento de Territorio y de la ACA, a los cuales atribuyen presiones y falta de colaboración con el reportaje, ni siquiera para dar la versión de la consejería a pesar de que los hechos referidos –aunque no se concreten las fechas y los municipios exactos– serían responsabilidad de gobiernos anteriores. El tira y afloja se enquistó hasta el punto de que los periodistas afectados aseguran que se les pedía retirar los testimonios de los «alertadores», los extrabajadores que denunciaban los hechos. Este extremo es desmentido, sin embargo, por los responsables de la cadena. El caso ha provocado un ambiente de fuerte tensión entre periodistas y directivos de TV3.

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