Marta Torné y Miki Núñez han acudido este fin de semana al plató de
Los presentadores han evidenciado que se han cogido mucha confianza y han hablado maravillas el uno del otro, a la vez que también han confesado que comparten camerino porque el de Miki «está muy lejos» y le es más cómodo estar con ella. Por otra banda, han reconocido que no es un programa fácil porque no tienen tarjetas a leer, salen sin nada escrito y esto provoca que todo sea más fresco o que se equivoquen «porque son 40 páginas de guion».
El programa de Ricard Ustrell les ha mostrado uno de los momentos más tensos de esta edición, cuando hubo un error técnico en las votaciones: «No se había previsto que esto pudiera pasar y no sabíamos qué teníamos que hacer, en este caso. La suerte fue que aquella era la segunda votación, porque no podríamos haber continuado el programa si hubiera pasado en la primera. Que, al final, es un programa de entretenimiento y no se acaba el mundo… Habríamos dicho que teníamos que despedir el programa y lo hubiéramos recuperado desde allí en el siguiente».

Miki Núñez aconsejó a los concursantes de Eufòria que pidieran ayuda psicológica para gestionar la expectación mediática
Miki Núñez sabe qué es participar en un concurso de estas características porque él estuvo en
Él tenía 22 años cuando representó España en

En su caso, ha tenido tratamiento psicológico desde el primer día y ha estado rodeado de un entorno que dice que lo ha ayudado mucho: «Hay ansiedad y noches sin dormir. Lo pasas muy mal no solo por ti, sino por toda la familia. Mi madre me preguntaba si me tenía que poner seguridad porque había leído en Twitter que me darían una paliza. Mi yaya me decía que había salido un señor en televisión que me decía que me mataría… Yo que me estaba tratando y sabía donde iba, de acuerdo, pero ellas no sabían que pasaría esto».