Catalunya Nord, Brasil, Marruecos y Suecia: todos los acentos de ‘Eufòria’ 

Eufòria se prepara para la segunda gala de esta edición, que ha empezado muy fuerte y con interpretaciones vibrantes. Este viernes será otro el concursante expulsado, un aspirante que tendrá que abandonar la competición cuando esta justo acaba de empezar. El grupo que han escogido es muy diverso, este año, y tiene una media de edad más elevada que la que había el año pasado. Si tenemos que destacar alguna otra característica, seguramente podría ser las raíces internacionales que se ven. Y es que en esta edición se sentirán muchos acentos diferentes provenientes de diferentes puntos de Cataluña y también otros lugares del mundo. Algunos, de tan lejanos como Marruecos, Suecia o Brasil.

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Aina Da Silva y Rangel aportan un punto brasileño a Eufòria

De Sudamérica provienen dos de los concursantes: Aina Da Silva y Rangel. La primera es nacida en Calella, pero su madre es de Río de Janeiro y esto la convierte en medio catalana y medio brasileña. Con solo 22 años, ya ha podido actuar en escenarios tan potentes como el Palau Sant Jordi o el WiZink Center de Madrid. ¿Y esto? Esta chica «con brillantes en los dientes y demasiado moderna para el Maresme» es una apasionada de la música y, sobre todo, del baile. Bailarina profesional, está especializada en danzas urbanas y es un auténtico terremoto encima del escenario: «Me transformo cuando veo una cámara porque sé que lo tengo que dar todo», ha explicado en el video de presentación.

Rangel, por su parte, trabaja de DJ y también es compositor. Él nació en Brasil, pero llegó a Cataluña con solo ocho años porque buscaban una cura para la enfermedad de su hermano. Instalados en Hostalric desde hace muchos años, el de São Paulo ha tenido mucha influencia musical a casa porque los dos padres se dedican en este mundo. Fanático de la cultura urbana y el estilo americano, también se confiesa fan de Michael Jackson. Dice que voz Eufòria como «un punto de inflexión» en un punto de su vida en el que quería un gran reto. En la primera gala lo escuchamos definirse a sí mismo como «impulsivo, tozudo, sensible y alegre».

Dounia, nervios en estado puro con raíces marroquíes

Después, también tenemos entre los concursantes Dounia. En su caso, esta joven de 29 años nació en Almería y ha crecido en el País Vasco. Ahora bien, sus orígenes los tiene el Marruecos porque es de ahí donde tiene la ascendencia. Ahora hace 10 años que vive en Cataluña y asegura que se lo ha hecho todo ella desde que llegó. Musulmana, creyente y también independiente con ganas de convertirse en un referente para las mujeres que culturalmente lo tienen más difícil para ser y hacer lo que quieren. Ella misma ha tenido que luchar contra el carácter más tradicional de la familia, a quien les ha costado aceptar que la hija quería dedicarse a un mundo musical que no ven como algo estable: «Hasta ahora he hecho feliz mis padres y ahora me toca a mí ser feliz como cantante«, asegura.

Fredrik, un cantante medio catalán y medio sueco que llega pisando fuerte

Fredrik viene de un país algo más próximo, de uno de los territorios más musicales de Europa. Nacido en Estocolmo, la capital de Suecia, ha pasado prácticamente toda su vida en Llançà y dice que de extranjero solo tiene los orígenes «y la cara de guiri«. Hacen del pádel y el fútbol, dice que le gusta mucho hacer deporte. Cada día se despierta y va a correr porque le va bien mentalmente. En cuanto a la música, se ha formado en estilo clásico y ha estudiado en el Liceo. Toca muchos instrumentos, piano, clarinete, guitarra, clarinete, la flauta dulce, el triángulo… ¿Su sueño? Participar en Eurovisión con un tema propio.

Julien, el representante de la Catalunya Nord en Eufòria

Y si nos acercamos todavía más a casa, nos encontramos con el lugar de nacimiento de Julien. Él viene de Perpiñán y tiene un acento muy buscado en la televisión nacional. En el primer programa ha explicado que aprendió el catalán porque le parece «muy bonito» y su familia materna viene de Portbou y ha hablado este idioma siempre en casa: «Quiero representar a Catalunya Nord porque somos catalanes». Con 30 años, es fan de la música clásica y también del rap o el soul. Canta y actúa en diversos bolos, pero también es locutor de radio y tiene un punto friqui con pasión por los juegos de mesa o el mundo medieval.

Toda una serie de concursantes que aportan un toque internacional algo más exótico a un casting muy completo y todavía más diverso.