El programa de Marc Ribas llega por primera vez a la Franja de Ponent, un territorio limítrofe con Cataluña con una gastronomía muy buena. Entre sus platos estrella, la coca de Fraga o las casquetas, un dulce muy reconocido en la zona. Joc de cartes ha visitado cuatro restaurantes con propuestas muy diferentes que han puesto contra las cuerdas a dos amigos. La estrategia y las críticas no han pasado desapercibidas en el programa de TV3. ¿Cuál es el mejor restaurante de la Franja de Ponent?
El Olivo, gastronomía internacional con toques caseros
El primer restaurante en ponerse a prueba ha sido El Olivo de Carol Marengo. La restauradora ha sido la más musical del programa y su bondad a la hora de valorar se ha reflejado durante todo el capítulo. El espacio contiene un molino, el emblema del local. Entre los platos que han probado del menú, destacan el tartar, las carrilleras de cerdo y los postres. Un menú casero y cercano. Pero lo que más ha destacado de esta visita ha sido el momento musical de Carol. La concursante ha decidido hacer un concierto en directo para sus rivales e incluso uno de ellos se ha animado a hacer una versión. Aun así, Hèctor del Siskets, ha sido más crítico con la comida. «Tenía buenas intenciones, pero las ejecuciones no han sido buenas».
La Carol d’El Olivo s’anima a cantar a la taula per amenitzar l’àpat 🎶. Això si que és un dinar en condicions! 🙌🏻#JocDeCartes3Cat
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Brasería el Roble, comida tradicional y casera en un camping
La segunda parada ha sido el municipio de Valderrobres. Mònica Deusdat y su madre tomaron este restaurante en el camping de la población hace un año y ofrecen cocina casera y de la zona. Aunque los concursantes «no estaban muy ilusionados» de comer en un camping, el menú recibió la crítica más fuerte. De hecho, Carol había pedido el crepe de espinacas y le han traído el de setas. Hèctor ha sido quien ha hilado más fino. «Equivocarse un plato por otro es un error muy grave». Además, ha notado que «a sus garbanzos les faltaba guindilla». Lo que se valoró mejor fue el precio, bastante asequible.

L’Espai Oró, el lujo exterior no se ha visto reflejado en el menú
L’Espai Oró ha estado en otra liga en cuanto al espacio. Un local pensado para grandes eventos como bodas, destilaba lujo por todos lados. La esposa de Víctor Oro, el propietario, se encarga de crear un menú tradicional con toques de innovación, que no han terminado de satisfacer a los concursantes de Joc de cartes. La cocina industrial era muy grande y limpia, pero los platos que han probado se llevaron la peor parte. Coca de panadero, raviolis de calçot, tartar de salmón ahumado… Los primeros los consideraron «fríos». «El espacio tiene unas pretensiones que no se acaban de traducir en la comida», afirma Hèctor. Él y Víctor se conocen porque tienen los locales muy cerca y sus familias habían trabajado en el restaurante del otro. En Joc de cartes los amigos no lo son tanto a la hora de valorar.

El Siskets, comida casera y en cantidad
El último restaurador ha sido Hèctor Alonso y su Siskets. Un local que a primera vista parecía muy pequeño, ocultaba un comedor interior enorme. A pesar de que la cocina recibió todas las críticas «porque le faltaba limpieza», puntualizó Víctor, el menú lo valoraron positivamente. Entre los platos que ha degustado: makis de xató, tartar de atún, pies de cerdo deshuesados o filete de ternera con foie gras. Los postres también gustaron mucho, pero el precio fue el más alto de todos. Entre las primeras valoraciones, su amigo Víctor jugó sus cartas y suspendió la cocina del Siskets.

La confrontación final no entiende de amistades ni conocidos
El momento de la confrontación final siempre genera muchas tensiones. En este programa de Joc de cartes todas las miradas estaban puestas en Víctor y Hèctor. Los dos amigos han tenido la oportunidad de averiguar qué puntuaciones se habían hecho y los reproches no tardaron en llegar. Víctor puntuó muy bajo El Olivo, de hecho, puso un 5 general en todos los aspectos a valorar, un gesto que no agradó mucho a Carol. De hecho, ella le había puesto un 9 al servicio de Víctor. ¿Se trata de estrategia o realmente piensa eso de su local?

La tensión estuvo al límite cuando Hèctor descubrió que su «amigo» suspendió la cocina del Siskets por la limpieza. «Ir a puntuar un 4 por un horno me parece una tontería como una casa», contestó el restaurador. De hecho, Víctor lo acusó «de ser un estratega», cosa que no agradó nada al concursante. «¿Yo estratega de qué? Cuando vea su comida por la tele quizás lo valore mejor», explicó al equipo del programa.
Arriba la confrontació i l’Héctor del Siskets s’indigna amb la valoració que li han fet els restauradors 💥.#JocDeCartes3Cat
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Finalmente, el mejor restaurante de la Franja de Ponent ha sido el Siskets. Las notas del chef Marc Ribas hicieron variar la clasificación. De hecho, valoró muy bien la Brasería el Roble de Mònica y el servicio del Siskets se llevó un 9 y el precio un 10. Además, el Plato Estrella también fue para el local ganador, gracias a los pies de cerdo deshuesados. Todo ello un nuevo programa de Joc de cartes que ha visitado por primera vez este territorio y ha evidenciado que las amistades son secundarias cuando se trata de conseguir la victoria.