Los guionistas de Como si fuera ayer tienen un amplio abanico de historias y tramas que afectan al grupo más famoso de Barcelona. La serie que triunfa cada mediodía en TV3 muestra las situaciones más cotidianas de las familias, con todos los líos, las alegrías y las penurias de sus personajes.
En esta octava temporada los más jóvenes toman impulso y protagonizan tramas cada vez más enrevesadas que traen de cabeza a sus padres. El Joel (Gerard Navarro) está atrapado en el turbio negocio del Ferni, un bar que trafica con estupefacientes y utiliza a chicos y chicas jóvenes para hacer las entregas. Ahora bien, no es el único que tiene problemas en casa. Las decisiones de Ismael (Jaume Solà) han provocado que su padre se enfade y le obligue a dejar los estudios y buscar un trabajo, si tiene tantas ganas de ser adulto.
La madre de Joel sufre por sus mentiras
Los seguidores de Como si fuera ayer continuarán sufriendo por Joel. El hijo de Isabel (Mariona Ribas) está implicado en el negocio del Ferni, haciendo de repartidor para ganar algo de dinero. Las amenazas de su padre y los mensajes intimidatorios para que deposite dinero en un cajero automático son poca cosa en comparación con la reacción de su madre cuando descubre que su hijo le robó 20 euros. Recapitulando, en los últimos días se ha visto a Joel comportándose de manera extraña, poco habitual, y eso ha encendido las alarmas de su entorno. Marta (Sílvia Bel) y Quique (Biel Durán) empezaron a investigar qué había detrás de esa actitud arrogante y confusa. Después de descubrir que era el responsable de haber sustraído unos billetes del monedero de Isabel y encontrar un sobre con 150 euros escondido dentro de la mochila del instituto, su madre de acogida confesó a Isabel sus sospechas.
¿Y qué reacción ha tenido? La mujer está muy afectada, y no es extraño, porque después de todo lo que han sufrido por los abusos y agresiones de su padre, no puede imaginar que Joel elija el mal camino. Esta semana, su madre ha puesto las cartas sobre la mesa y lo ha enfrentado, con gritos y reproches, para saber qué está haciendo y por qué le ha robado. Incluso se le escapa un comentario de mal gusto, haciendo que Joel dé media vuelta y se vaya con su amiga, que también trabaja con el Ferni. Pero las cosas aún pueden ser peores.
Problemas entre madre e hijo
En este capítulo del miércoles 26 de marzo, Isabel ha visitado el piso de Marta, llorando y hecha polvo, porque Joel no le dirige la palabra y solo responde con monosílabos. La preocupación de sus antiguos padres de acogida es real y un personaje decidirá implicarse directamente en la investigación. ¿Quién cree que será Marta? Efectivamente, esta mujer tan decidida y traviesa decide espiar a Joel y lo ve entrar al bar del Ferni. Aprovechando que está por la zona, se topa con el propietario de un negocio y le pregunta qué hay detrás de ese bar.
El hombre le explica que cada día entran personas escabrosas y que siempre tienen problemas y altercados. Esta información no tranquiliza a Marta, al mismo tiempo que Joel sigue haciendo encargos y ganándose la confianza de su jefe. Además, en el instituto ha bajado el rendimiento, se salta las clases, no hace los trabajos y está todo el día encerrado en el bar y jugando a los dardos. La influencia de su nuevo trabajo condiciona a este chico tan vulnerable que hoy ha decidido que es buena idea fumar y hacerse el malo.
¿Alguien quería una dosis extra de dramatismo? Por la noche, Marta queda con Joel y lo interroga para que confiese qué hace con el Ferni. Quizás no ha sido la manera más acertada de abordarlo porque después de subir el tono y reprocharle que al final acabará como su padre, Joel le grita diciendo que ella no es su madre y «que cierre la boca porque ella no es nadie». En un acto reflejo, Marta le da una bofetada y el chico se va corriendo sin esperar ninguna disculpa. Si quería arreglar la situación, esta no ha sido la solución.
Ismael vuelve a discutir con su padre
Parece que los jóvenes han decidido romper las normas y saltarse todos los límites. Desde que Ismael cumplió dieciocho años, él y Litus (Pepo Blasco) no han dejado de discutir. Este personaje joven que cada vez toma más peso en la serie de TV3 ha decidido rebelarse y dejar los estudios. El dinero no cae del cielo y si quiere ser adulto, debe buscar un trabajo. El adolescente está muy contento trabajando en la Barnateca y tiene habilidad en el mundo gastronómico.
¿Qué hace su padre? Después de hablar con Àngela (Marina Gatell) sobre cómo hacer que su hijo vuelva a estudiar, ella le propone inscribirlo en algún curso de hostelería. Después de bombardearlo con datos, asignaturas y opciones, Ismael se mantiene firme en su decisión y manda al Litus a paseo. ¿Habrá alguna manera de reconducirlo o el castigo que eligió su padre ha sido más beneficioso aún para él? Los hijos sacan de quicio a los padres y los guionistas de Comsi exprimen todo el jugo de estas tramas tan intensas.
