Sofía de Grecia fue la gran protagonista del acto por el 50 aniversario de la monarquía, cuando Felipe la condecoró con el Toisón de Oro. La vimos a punto de llorar, visiblemente emocionada cuando su hijo aplaudió el compromiso que ha tenido con los Borbones: «A mi madre, la reina, por una vida entera de servicio ejemplar y lealtad a España y la corona y por haber apoyado, con convicción, al rey Juan Carlos. Gracias por tu compromiso sostenido durante décadas, aún hoy, y también ejercido con un sentimiento del deber profundo. Tu cercanía e implicación en ámbitos sociales, culturales y humanitarios han contribuido a reforzar vínculos duraderos con diversas generaciones de españoles».
Ella no fue la única que recibió esta medalla, ya que tres políticos también contaron con esta distinción el mismo día. Este gesto, que no todo se centrara en ella, terminó restando peso y simbolismo en lo que ella había imaginado como su gran día. Pero no solo eso, sino que Letizia también ayudó a restarle aún más protagonismo. ¿Cómo? Hacía semanas que el vestido de Sofía estaba confeccionado, ya que se trata de un conjunto de chaqueta y falda larga hechos a medida. Todos sabían que iría vestida de rosa palo, entonces, ¿por qué su nuera escogió el mismo color?
Letizia escogió uno de los muchos diseños que tiene en el armario, así que fácilmente podría haber optado por otro color. Los más bien pensados pueden creer que quiso ir del mismo color como muestra de cariño, pero la realidad es muy diferente… porque, de esta manera, la eclipsó y le restó brillo.


Letizia vuelve a menospreciar a Sofía de Grecia en el 50 aniversario de la monarquía
La periodista Pilar Eyre, de hecho, cree que la coincidencia no fue casualidad. La reina española quería ir del mismo color que la suegra y no como un gesto bonito: «Si los vestidos hubieran sido blancos o negros, no habría llamado la atención. El hecho de que se trate de un color poco habitual demuestra que estamos ante un gesto deliberado».
Le ha indignado leer que la prensa monárquica diga que Letizia lo había hecho amorosamente: «¿Cómo va a ser un gesto amistoso vestirte con el mismo color de la principal homenajeada? ¿Cómo no se dio cuenta de que, así, solo conseguiría restarle brillo y protagonismo a la suegra?», estalla. La cronista no acaba de comprender las intenciones de la reina, pero sí se ha fijado en la cara de sorpresa que Sofía no pudo ocultar cuando la vio vestida de ese color: «Luego, intentó disimular rápidamente en su línea habitual de no crear conflictos con su hijo querido».
Este homenaje lo describe como «agridulce» y hecho «con la boca pequeña«. Y es que, si no, no entiende por qué no le han dado el Toisón de Oro solo a ella: «¿La reina no tiene suficiente categoría para protagonizar ella sola una entrega de medallas? ¿No han merecido tantos años de sacrificio un reconocimiento individual, personal e íntimo del rey?», se pregunta. Tampoco acaba de entender que no la dejaran pronunciar unas palabras de agradecimiento, por ejemplo.

Que la relación de Letizia y Sofía no es la mejor es más que evidente desde hace años. Ahora bien, que no lo disimulen ni siquiera en actos así no deja de ser curioso. Cada gesto tiene un significado, eso queda claro, así que tendremos que fijarnos en todo lo que ocultan las decisiones estilísticas a partir de ahora.

