Núria Solé presenta el TN Comarques de TV3 desde 2017, un trabajo que tuvo que abandonar durante un tiempo el año pasado debido a la fuerte depresión que sufrió. Ahora ha dado detalles de aquella época tan oscura en uno de los pódcasts de RAC1, en el que ha reconocido que batalla contra la angustia y la ansiedad desde que era adolescente. De hecho, su primer recuerdo de este tipo data de cuando ella solo tenía 15 años y tuvo que ser ingresada. Sobre el problema de los últimos meses, ha asegurado que fueron «una serie de circunstancias personales» las que la hicieron vivir un ataque de angustia. El médico del CAP le recomendó que se tomara unos días de baja, explica, pero la situación se fue alargando porque no terminaba de mejorar.
«La angustia y la depresión van bastante de la mano y, muchas veces, una lleva a la otra. Cuando ves que no puedes volver a tu vida de cada día, a tu trabajo que yo disfruto tantísimo… Me fui sintiendo cada vez más incapacitada y eso derivó en un poco de depresión«, ha sacado ahora a la luz.
El día a día se le hacía «muy pesado» y le costaba «levantarse por la mañana«, dos confesiones que han venido acompañadas de otra también impactante: «Sentía una presión muy grande y lloraba constantemente porque creía que no podría volver a hacer un TN nunca más en la vida. Me sentía cada vez más atrapada«. El médico fue haciéndole un seguimiento y después de dos meses de baja, consideró que Núria Solé estaba entrando «en otra fase de la depresión».

La periodista Núria Solé da detalles de los peores momentos que ha vivido por culpa de la depresión
Llegó un punto en que la periodista no se reconocía, dice, cuando se preguntaba cómo podía ser que antes pudiera hacer tantas cosas cuando, en ese momento, sentía que no tenía fuerzas para salir de la cama: «Yo que era capaz de gestionar muchas cosas en mi vida, de repente me veía paralizada ante unos macarrones o cosas muy pequeñas. Eso te hace sentir mal porque te gustaría levantarte y estar contenta, pero no puedes. Te identificas con la persona que ves en el espejo, pero no te gustas y no quieres estar así».
Además, ha aprovechado este escaparate para lamentar públicamente que aún no se trabaje mucho la salud mental: «No nos han enseñado que podemos estar así, que no pasa nada y que todo tiene una salida«. En el caso de la presentadora, si logró salir del pozo fue gracias a la meditación y también a la medicación. De hecho, dos semanas después de comenzar con las pastillas empezó a ver la luz al final del túnel: «Fue como si me volvieran a encender el motor del cerebro. Estaba paralizada, agotada, nerviosa, cansada, desanimada, y, de repente, todas las piezas se volvieron a poner en su lugar«.
Ahora que la depresión ha quedado atrás en su vida, reflexiona sobre el tema y llega a la conclusión de que ha aprendido mucho de aquella etapa. Si ahora volviera a sufrir una, cree que lo gestionaría de otra manera porque ha obtenido «muchas herramientas» para poder prevenir al máximo «estos estados de inquietud que nos hacen infelices». ¿La principal diferencia? Que ahora sabe que podría salir de allí porque ya lo ha hecho. Aún queda mucho trabajo por hacer en la divulgación de la salud mental, considera Núria Solé: «Nadie debe sentirse mal por decir que está de baja por una depresión. Debemos poder decir la palabra trastorno sin que nos pese».

