Arnau París del Cuines de TV3 ha explicado, en Els teloners de RAC1, una anécdota de hace unos cuantos años que merece ser recuperada porque es de lo más hilarante. Lo que no le pase a él, parece que no puede pasarle a nadie más. En esta ocasión, el exconcursante de Masterchef ha compartido lo que le ocurrió un día que tenía que tomar un avión en el aeropuerto del Prat: “Estaba en la fila para pasar el control de seguridad cuando, de repente, salió un guardia civil vestido de paisano, con un catalán sin tanto acento como el mío, y me preguntó si me prestaría a hacer un control de calidad”.
¿Y a qué se refería aquel agente? Le propuso al chef y a su primo, que lo acompañaba en ese viaje, que guardaran en sus mochilas una granada y una pistola respectivamente: “Nos dijo que las escondiéramos y que pasáramos el control”. La intención, supuso Arnau, era poner a prueba la tecnología y también a los otros agentes encargados de analizar el contenido de las bolsas de los pasajeros.
“Yo era muy joven en aquella época, incluso me hizo ilusión. Abrimos la maleta y metí allí dentro la pistola mientras mi primo guardaba la granada en la suya. Nos dijo que nos separáramos en dos filas diferentes y que él nos vigilaría. Ahora lo pienso y me doy cuenta de que fui un burro”, ha explicado. Claro, la cosa es que el hombre no se llegó a identificar en ningún momento y pensándolo fríamente, se confió sin pensarlo cuando, quizá, era un loco que quería que alguien más se arriesgara a pasar sus armas.
Arnau París comparte la historia más loca que ha vivido en el aeropuerto del Prat
“Yo ahora lo pienso y me doy cuenta de que estuve muy mal de la cabeza”, ha insistido. La cosa es que se confiaron, colocaron sus respectivas bolsas en la cinta y, cuando llegó el turno de su primo, las alarmas sonaron. El agente se acercó y dijo a los compañeros policías que el chico iba con él y que se trataba de una prueba. Arnau, ante aquello, se tranquilizó: “Pensé, entonces, que no sería para tanto”.
Su maleta pasó la cinta y, sorprendentemente, nadie lo detuvo. Arnau París fue capaz de introducir una pistola en el aeropuerto del Prat: “El tío me miró y me preguntó cómo era que había podido pasar el control. Le dije que no lo sabía, que simplemente me habían dejado pasar y no me habían dicho nada”.
El protocolo falló claramente, así que lo más probable es que el responsable de su cinta terminara siendo despedido por este error. Sea como sea, esa parte de la historia él ya no la supo: “Yo quise desaparecer de allí rápidamente por si acaso”. Le devolvió la pistola, que quiere pensar que era de mentira, y vio al policía reprochar al compañero que le habían colado aquella arma por el control: «Deseé que aquel hombre fuera despedido al día siguiente porque la mía era una pistola de mentira, pero claro…”.

Una historia surrealista que ha hecho mucha gracia a los compañeros del estudio del programa de radio, que han aplaudido que quisiera compartirla porque realmente se trata de una anécdota para comentar.

