Se acerca la esperada festividad de Sant Jordi y, como es costumbre, coincidiendo con las fechas de la fiesta del libro, Montblanc se transforma nuevamente en un auténtico escenario medieval. Este histórico municipio de poco más de 7,500 habitantes, capital de la comarca de la Conca de Barberà, se convertirá una vez más a partir del domingo 20 de abril en un escaparate de la época medieval, ya que se organizan nuevamente los tradicionales espectáculos, recreaciones históricas y otros eventos culturales relacionados con este episodio de la historia del país. La Semana Santa y los días posteriores son fechas especialmente señaladas para visitar Montblanc, pero la belleza de este lugar se puede disfrutar cada día del año. De hecho, es uno de los destinos más destacados por sus pinturas rupestres, ya que fueron declaradas patrimonio de la humanidad en 1998 por la UNESCO como yacimiento del arte rupestre del arco mediterráneo de la península Ibérica.

Concretamente, este conjunto patrimonial está formado por once yacimientos de pinturas rupestres de la época paleolítica, neolítica y la edad de bronce. Estas pinturas, pues, suponen los primeros vestigios de Montblanc. El paso del tiempo, sin embargo, ha dejado restos de todas las épocas. Los descubrimientos de los especialistas han determinado que en las tierras donde hoy se levanta el municipio de la Conca de Barberà hubo un poblado de la tribu íbera de los cosetanos en el Pla de Santa Bàrbara -el cerro que da nombre a Montblanc- entre los siglos IV y II antes de Cristo. Además, en esa misma zona, los arqueólogos también han encontrado asentamientos romanos de los siglos posteriores. Con la llegada de la edad media, las villas que actualmente se han convertido en Montblanc terminaron conquistadas por los sarracenos, pero de esa época no han quedado muchos vestigios.

Los protagonistas de la Semana Medieval con la primera rosa que se entregará / Arnau Martínez (ACN)

El nacimiento de Montblanc y su semana medieval

Los archivos históricos, sin embargo, indican que este municipio no se constituyó hasta febrero de 1163, momento en que las continuas inundaciones que golpeaban el territorio obligaron al rey Alfonso I a ordenar trasladar la población de Vilasalva -el pequeño pueblo edificado a los pies del cerro- al territorio que hoy en día es Montblanc. Pocos años después, en 1170, constan los primeros documentos que hacen referencia al castillo que preside el municipio y la iglesia románica dedicada a Santa María. Rápidamente, la población comenzó a cobrar mucha más importancia en el país. De hecho, en 1284, el monarca Pedro el Grande fundó la veguería de Montblanc. De esta época es de la que más pecho saca el municipio, que este año vuelve a organizar la semana medieval, una de las más extensas de la historia, según aseguran los mismos organizadores.

Desde Montblanc detallan que, teniendo en cuenta las buenas previsiones de visitantes que se acercarán al municipio durante la semana medieval, este año han optado por ampliar los aforos de algunos actos como la ‘Dracum Nocte’ o tres otros espectáculos que se celebrarán en un nuevo espacio fuera de las murallas para «esponjar más el circuito» de visitantes. Este domingo 20 de abril arrancará la edición del evento cultural con la entrega de la primera rosa, que este año va dirigida a la escritora Estel Solé. Además, el viernes 25 por la tarde se hará la entrada real «para dar la bienvenida a los reyes», ha señalado el presidente de la entidad. Al día siguiente también se hará una «recepción templaria» para Sant Jordi. También se recuperarán actos que se habían hecho en anteriores ediciones como Justa y honor que recrea luchas de caballeros; Juicio al caballero y a la alcahueta, donde se representa un juicio cargado de ironía y sátira; y Títeres reales, una obra de títeres con los personajes de la tradicional leyenda de Sant Jordi.

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