Retrasos de 25 minutos de media e indignación en los andenes de la línea R3 en el primer día laborable después de cuatro meses de obras en el tramo entre la Garriga y Parets del Vallès (Vallès Oriental) que han obligado a cortar el servicio entre las dos poblaciones. En la Garriga, la confusión de los viajeros era evidente. El primer tren del día ya no ha salido porque, según Renfe, no había maquinista, y partir de entonces todo han sido prisas y malas caras por la falta de información. El estreno oficial del servicio después de las obras de desdoblamiento fue este domingo y ya se registraron retrasos importantes, de hasta una hora, por varios problemas en la infraestructura, como una incidencia en un equipo de señalización.
En Vic, la situación no era demasiado mejor. Un usuario que había hecho el trayecto entre Balenyà y la capital de Osona, que normalmente se hace en solo seis minutos, se ha quejado porque ha estado casi una hora en el tren. “Soy maestro y ahora los niños están solo en la escuela”, ha lamentado Bernat Camps en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias (ACN). La mayoría de los viajeros se han mostrado convencidos de que el tren es un buen medio de transporte, pero algunos han lamentado que la falta de fiabilidad le resta atractivo. De hecho, algunos incluso reconocían que el servicio alternativo de bus les ha sorprendido por su eficiencia y buen funcionamiento y han asegurado que, visto el entreno, estaban más tranquilos viajando por carretera.

En la estación de la Garriga, muchos viajeros se han quejado de que la única manera de saber por qué andén llega el siguiente es preguntar a los informadores de Renfe, que no dan al abasto. También alertan que en el transcurso de las obras ha desaparecido uno de los pasos para atravesar las vías, el que había ante la cantina de la estación, y ahora todo el mundo tiene que ir deprisa y corriendo para buscar su tren el único paso que queda.
Los trenes tardarán más después de las obras
Después de las obras, los trenes del R3 tardarán de media 5 minutos más en hacer el trayecto, puesto que todavía están en marcha algunos trabajos. A pesar de ser compatibles con el servicio de la línea, las obras obligan a los convoyes a retardar el paso en el tramo afectado, en especial entre Granollers Canovelles y Mollet. Por lo tanto, de media el trayecto entre Vic y la plaza Cataluña tarda 81 minutos. Además, la recuperación del servicio de trenes ha anulado todos los servicios por carretera que había desde la Garriga y Centelles hasta Barcelona.