Sílvia Paneque (Llagostera, 1978), que hasta ahora formaba parte de la política municipal gerundense, ha sido la escogida por Salvador Illa para ponerse al frente de la consejería de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, el nuevo departamento que engloba las antiguas consejerías de Territorio, hasta ahora en manos de Ester Capella, y Acción Climática, liderada por David Mascort. Paneque se pone al frente de una cartera con varios frentes abiertos, como por ejemplo la crisis de la vivienda, la emergencia climática que travesía Cataluña o las carencias del servicio de Rodalies, un agravio que hace décadas que se arrastra. Con el traspaso de competencias de la red ferroviaria catalana -acordado por el antiguo ejecutivo de Pere Aragonès con el PSOE a cambio de apoyar a la investidura de Pedro Sánchez- ya en marcha, la nueva consejera y su equipo, que incorpora nombres como el exdiputado Manel Nadal -hermano del ex consejero Joaquim Nadal– como secretario de Movilidad e infraestructuras, asumen el objetivo de continuar negociando para desplegar el traspaso. Esta vez, con una consejería del mismo partido que manda en la Moncloa.
El reto no será solo ejecutar el acuerdo firmado con el gobierno español, sino convencer la población catalana que este cambio de manos de la gestión de la red ferroviaria resolverá los problemas del servicio: «Hay escepticismo con el traspaso por la falta de inversión hace décadas que se arrastra», argumenta Marc Janeras en conversación con El Món, portavoz de la plataforma ‘Para que no nos jodan el tren’, una agrupación de usuarios en defensa de la línea R3, una de las más problemáticas por el mal estado de la infraestructura Una idea bastante similar a la que expresa el delegado territorial de la Plataforma de Promoción del Transporte Público (PTP), Marc Taulats, que insiste que es fundamental actuar con más «transparencia» porque los usuarios de Rodalies, que son los principales afectados por el caos del servicio -pero no los únicos-, tengan conocimiento del futuro de la red ferroviaria: «El anterior Gobierno no tuvo mucha transparencia en este aspecto, esperamos que cambien las cosas ahora», apunta Taulats.

«Controlar las expectativas»
El portavoz de la PTP insiste que una de las tareas más complejas a las cuales tendrá que hacer frente la nueva responsable de la cartera es a «controlar las expectativas» de los usuarios con el traspaso de Cercanías. De hecho, según la encuesta Ómnibus del Centro de Estudios de Opinión (CEO) del pasado mes de junio, uno de cada dos catalanes no tienen duda que una de las consecuencias de este cambio de gobernanza, cuando se haga efectivo, será una mejora respecto al servicio actual. «Es muy difícil que Rodalies funcione siempre correctamente. La red conecta trenes de pasajeros, trenes de mercancías, trenes otras comunidades autónomas… Si no se trabaja bien y se contienen las expectativas, los problemas seguirán existiendo», argumenta Marc Taulats.
Ambos portavoces, que también son usuarios habituales del servicio de Rodalies, también consideran que la nueva consejera tendrá que «poner el usuario en el centro» durante la ejecución del traspaso: «El Plan de Rodalies 2020-2030 ya marca que todo se tiene que hacer pensante en los pasajeros, pero Adif no lo ha hecho nunca. Fan las obras cuando los interesa como empresa, pero no tienen en cuenta las consecuencias para los usuarios [en referencia a los cuatro meses de corte del R3 entre Parets del Vallès y la Garriga]», exclama Marc Janeras, que lamenta que después del primer tramo de obras para el desdoblamiento de la línea -una reclamación histórica- el funcionamiento del servicio era «todavía peor»: «Es necesario invertir y hacer obras, pero hace falta que se hagan bien, no al contrario», apunta.
A banda, el portavoz de la PTP también asegura que uno de los puntos que hay que resolver es la «falta de conductores» de Rodalies y Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC). De hecho, la gestión de las plantillas de Adif y Renfe que se tendrán que subrogar a la empresa mixta es uno de los principales focos de las negociaciones -dentro del grupo de trabajo del ámbito laboral y sindical, en el cual participan representantes de los dos gobiernos, de los operadores ferroviarios y de los sindicatos con representación a los comités de empresa de las dos compañías públicas-, puesto que las organizaciones de trabajadores del sector ya se pusieron en pie de guerra el pasado mes de febrero ante la posible pérdida de derechos. «Cada vez cuesta más encontrar conductores para FGC. Los precios abusivos de la vivienda, entre otros factores, empujan las nuevas generaciones interesadas en este sector a buscar trabajo fuera, y las plantillas cada vez quedan más envejecidas», argumenta Marc Taulats, que cree que una buena opción podría ser «crear una escuela» de maquinistas en Cataluña.

El traspaso de Cercanías, una carrera de fondo
Los dos portavoces de plataformas de transporte coinciden que el traspaso de Rodalies es una «carrera de fondo» que no se resolverá de un día por el otro: «Hace falta tiempo y una gran inyección de dinero», recuerda Marc Taulats. De hecho, desde que las dos administraciones se comprometieron a salir adelante el cambio de competencias -el cual hacía casi quince años que estaba sobre la mesa, pero encallado- el proceso ha avanzado lentamente. El pasado 19 de febrero, la entonces consejera de Territorio, Ester Capella, se reunió con el ministro de Transportes, Óscar Puente, y sus respectivos equipos de trabajo, de los cuales forma parte el ex consejero de Política Territorial y actual comisionado del traspaso, Pere Macias -figura que Salvador Isla ha ratificado con la llegada en la Generalitat-, para pilotar las negociaciones del traspaso. En esta reunión, entre otras, se fijó un plazo de seis meses para establecer las bases de la nueva operadora que gestionará el entramado ferroviario catalán.
Meses más tarde, el pasado 18 de julio, las dos partes anunciaron a través de un comunicado conjunto que el proceso se pondrá en marcha las primeras semanas del mes de enero del año próximo con la cesión de la R1. Es decir, que la línea del Maresme será la primera de quedar bajo gestión de la Generalitat. La seguirán la R2-Sur, que une Sant Vicenç de Calders y Barcelona; y el R3, que conecta el Papiol con Vic y Puigcerdá, a pesar de que estas dos líneas no cambiarán de manos hasta finales del 2025. «El gobierno español empieza a invertir en Cercanías, pero no es suficiente para resolver las décadas de desatención», asevera Marc Janeras. De hecho, en un comunicado emitido esta misma semana, Renfe ha anunciado que invierte más de 75 millones de euros en la mejora y modernización de las estaciones, tanto para hacerlas más «accesibles» como para que sean más «seguras». Así pues, Rodalies se presenta, de nuevo, como el gran objetivo a batir para una nueva consejera. Con la peculiaridad que, en este caso, Sílvia Paneque es del mismo partido que gobierna en el Estado. «Es una cuestión que preocupa la ciudadanía. La movilidad es un derecho y una cuestión fundamental en la descarbonización de Cataluña», aseguró la nueva responsable de la cartera en la primera rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo.