Un cable de fibra óptica cortado por error. Este sería el origen de la avería que ha mantenido parada toda la línea R3 de Rodalies -la que conecta l’Hospitalet de Llobregat con Puigcerdà-. Así lo ha detallado esta misma tarde el director del servicio catalán, Antonio Carmona. La incidencia se ha detectado este mismo viernes al mediodía, alrededor de la una y cinco. Ha sido en la estación de Montcada-Bifurcació, y los efectos sobre la señalización en la vía se han notado hasta el final de la línea, en la capital de la Cerdanya. En ese momento, según ha confirmado el mismo Carmona, había siete trenes en circulación, con unos 1.500 pasajeros dentro. Por seguridad, argumenta el directivo, se ha detenido el paso de todos los convoyes, y se ha procedido a evacuarlo.

Después de detectar la avería, Adif ha enviado varios técnicos al terreno para solucionarla lo antes posible. Las pantallas y la señalización de la R3 han permanecido inactivas hasta las cuatro de la tarde, cuando los especialistas de la gestora española de servicios ferroviarios han dado por solucionada la incidencia. Desde entonces, se ha ido recuperando progresivamente el servicio, con el objetivo de «restablecer el paso de dos trenes por hora y sentido», momento en el cual se habría recuperado la normalidad completa, según Carmona. Mientras tanto, los usuarios de la línea del interior han tenido que utilizar medios de transporte alternativos: la R2 para llegar hasta Granollers y la línea e12 de autobús para desplazarse hasta Vic.

El director de Rodalies, Antonio Carmona, durante una atención a los medios / ACN
El director de Rodalies, Antonio Carmona, durante una atención a los medios / ACN

«Tensión» por las inversiones

La acumulación de problemas que han sufrido los usuarios en las últimas horas responde, según Carmona, a las diversas intervenciones de mejora que se están llevando a cabo en la infraestructura. Para el director, el Estado español está «produciendo una inversión histórica en Cataluña que hace muy compleja la prestación del servicio». «Las obras tensan mucho el sistema y hacen que la capacidad de recuperación del mismo sea más lenta» cuando hay incidencias como estas. Con todo, ha pedido disculpas a los usuarios afectados, que superan ampliamente el millar y medio que estaban dentro de los trenes en el momento de la parada del servicio.

El caos ha vuelto a las Rodalies catalanas justamente al día siguiente de que el Parlamento haya reprobado al ministro de Transportes español, Óscar Puente, y a la consejera de territorio de la Generalitat, Sílvia Paneque, por los problemas en el servicio ferroviario. También ha llegado poco después de los cambios en la cúpula de la empresa, que han relegado al mismo Carmona a un rol institucional para entregar las llaves al nuevo director operativo, Josep Enric Garcia Alemany, y al nuevo gerente de operaciones, Uli Wessling. Consultada por los medios, Paneque ha negado que esto suponga una «destitución» de Cardona.

Las Rodalies «dan pena»

Fuera del debate institucional, la avería ha vuelto a causar importantes agravios a una multitud de pasajeros catalanes, especialmente los que se dirigían a las últimas paradas de la línea 3, más alejadas de Barcelona y con peores conexiones alternativas con la capital. Uno de los afectados, Jordi Martorell, ha criticado la gestión del ferrocarril catalán, asegurando que «da asco y pena». En declaraciones a la agencia ACN, Martorell ha lamentado que los problemas «son constantes, cada día es la misma historia». Usuario habitual, ha tenido que esperar más de cuatro horas para tomar un tren hacia Granollers. En el mismo sentido se ha expresado la Arianna Muntells, que ha «esperado más de dos horas» para trasladarse a Vic. «Uso mucho el tren, y cada día pasa algo», ha afirmado. Especialmente en la R3, que «funciona muy mal», según Joan Carrasco, otro de los afectados. «Es bastante dramático y frustra mucho, porque juegan con el tiempo de las personas»; ha declarado.

Comparte

Icona de pantalla completa