El 2025 debe ser el año del traspaso de Rodalies. El Gobierno ha activado este mes de enero, siguiendo las previsiones, la puesta en marcha del despliegue del cambio de gobernanza del servicio. De entrada, tal como está establecido en el acuerdo entre PSOE y ERC, el ejecutivo de Salvador Illa ha iniciado el traspaso del tramo del R1 entre la Sagrera (Barcelona) y Maçanet de la Selva (Selva), un primer paso para culminar el cambio de gobernanza de la línea de Rodalies del Maresme. “Es el inicio del traspaso que debe ir hacia un futuro de un sistema de transporte público descarbonizado, eficiente y eficaz”, subrayó la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo del pasado 14 de enero. De momento, sin embargo, desde la consejería rechazan dar plazos de cuándo será una realidad el traspaso integral de este tramo del R1, aunque garantizan que será a lo largo de este 2025.

Complicaciones operativas durante el proceso

El servicio de tren del Maresme es, a priori, la línea que presenta menos complejidad, ya que el servicio de Rodalies no tiene que convivir con el de regionales o trenes de larga distancia ni con los trenes de mercancías. Para ejecutar el traspaso, la administración catalana ha optado por desplegarlo por tramos. Es decir, comenzar el cambio de gobernanza en diferentes puntos de la línea y, a medida que pasen los meses, hacerlo extensivo al conjunto de la línea.

Expertos consultados por El Món advierten que este planteamiento del traspaso puede generar algunos problemas que se notarán en el día a día de los usuarios del servicio: “Creo que el gran problema del traspaso es dividir las líneas en trozos, ya que esto puede generar algunas complicaciones a nivel operativo”, advierte el vicepresidente de la plataforma de Promoción para el Transporte Público (PTP), Carles Garcia. “No estamos en contra del traspaso de Rodalies, estamos en contra de cortar la red”, continúa. 

Para los expertos, sin embargo, las dudas del despliegue del traspaso de Rodalies no son exclusivamente técnicas: «Por mucho que el traspaso implique un cambio de gestión sobre la red de trenes, si no tenemos suficientes recursos para mejorar el servicio no servirá de nada», argumenta el profesor de política económica de la Universidad de Barcelona (UB) Xavier Fageda, que considera que, sin un incremento de la financiación el traspaso es solo un acuerdo «de cara a la galería». «Si no hay un aumento de recursos, soy muy escéptico con la idea de que mejorará el servicio», añade.

Imagen de archivo de un tren de rodalies en la estación de Atocha / Matias Chiofalo - Europa Press
Imagen de archivo de un tren de Rodalies / Matias Chiofalo – Europa Press

División de opiniones sobre la metodología del traspaso

Contrariamente a lo que piensa el vicepresidente de la PTP, que considera que dividir las líneas por tramos es una mala manera de poner en marcha el traspaso, Sergi Sauri, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), ingeniero de caminos, director del centro de innovación del transporte CENIT y jefe de la unidad de innovación en transporte del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE), asegura que desplegar aplicar esta metodología -tal como se está haciendo con el R1- es “clave” porque es un proceso que requiere de una “intervención quirúrgica”: “No es un procedimiento sencillo y, por tanto, requiere tiempo”, argumenta. Es decir, el experto cree que desplegar el traspaso de Rodalies por tramos es una buena manera de implementar el cambio de gobernanza del servicio.

A pesar de la división de opiniones sobre los métodos de despliegue del traspaso, Sauri admite que el modelo planteado genera algunas dudas: “Se debe garantizar que, a pesar del traspaso, el servicio funcione correctamente. Que haya suficiente personal técnico, maquinistas, vehículos…”, apunta. 

En esta línea, y coincidiendo con la opinión de los otros expertos, el economista Xavier Fageda asegura que, de entrada, el traspaso de Rodalies generará afectaciones en el día a día de los usuarios: tanto por motivos técnicos, como por razones económicas: “Si no hay más inversión, más recursos, la capacidad para absorber los horarios de trenes será muy complicada. Y lo mismo ocurre con el mantenimiento”, exclama el profesor de la UB, que recuerda que la decisión de destinar más recursos a Rodalies es “puramente política”: “Es el juego de suma cero, si los quieres poner en los trenes, los tienes que quitar de otro lugar”, apunta.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa y el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, durante una visita a la fábrica de Alstom, donde elaboran los nuevos trenes de Rodalies / David Zorrakino (Europa Press)

Afectaciones en el día a día de los usuarios

De momento, el primer paso iniciado por el ejecutivo de Salvador Illa es de carácter administrativo y permite que el Consejo de Ministros resuelva el traspaso de este tramo de línea a favor de la Generalitat, excluyéndola de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG, por sus siglas en español). En cuanto al resto de tramos de línea, a partir de Bifurcación Sagrera, sin embargo, continuará dentro de la RFIG al considerarse que es de interés general, ya que da servicio a otras infraestructuras de competencia estatal. “Esta división genera, dos puntos de control diferentes, uno de Adif y el otro de Ifercat”, plantea Garcia, que asegura que “dividir” la línea R1 en tramos genera “menos resiliencia” del servicio. De hecho, es precisamente por este motivo que desde Territorio, tal como defendió la consejera en rueda de prensa, aseguran que en «el esquema final» de todo el proceso se deberá plantear que la Generalitat y Adif compartan el centro de coordinación y control a través de un consorcio.

En esta línea, el profesor de la UPC y director del CENIT advierte que es fundamental garantizar una «buena comunicación» y «coordinación» con Adif, ya que es quien, a estas horas, aún se encarga del grueso principal de infraestructuras de la red: «Tenemos los compromisos, pero se deben cumplir», recela Sauri. Más allá de los aspectos organizativos, sin embargo, los expertos consultados consideran que esta división de la línea tendrá afectaciones en el día a día de los usuarios: «El hecho de sacar este tramo de la línea de la RFIG implica que solo pueden circular ciertos tipos de trenes. Si hay cualquier avería [una problemática bastante constante en el servicio ferroviario catalán], el tiempo de demora del servicio será aún mayor, porque solo se podrá cubrir con los vehículos habilitados para la línea», argumenta el vicepresidente de la PTP, que advierte que esta división de las líneas por tramos genera «efectos barrera».

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