La polémica reforma del estatuto marco de las condiciones laborales del sistema sanitario sigue levantando polvareda entre los trabajadores del colectivo. La ministra de Sanidad, Mónica García, lleva casi tres años trabajando para sacar adelante un nuevo estatuto sanitario, pero desde entonces se ha topado de frente con las reclamaciones de las principales organizaciones sindicales del sector. A pesar de los «avances» significativos en las negociaciones, todavía hay diferentes aspectos del último borrador presentado por el gobierno español, en manos de Pedro Sánchez, que siguen sin convencer a los sindicatos. El principal punto de conflicto entre las organizaciones que forman parte de la mesa de negociación -es decir, SATSE, CCOO, UGT, CSIF y CIG Saúde– es la jornada de 35 horas semanales: la reclaman los sindicatos pero que de momento no lo aceptan desde la Moncloa. Una reducción de jornada que, para los sindicalistas, también debe ir ligada a una mejora de las condiciones laborales de las jornadas de guardia. Dos aspectos que ponen contra las cuerdas al gobierno español, que quiere dejar cerrado el nuevo estatuto antes de que termine la legislatura.
El nuevo estatuto marco tampoco contempla grandes cambios en el sistema de clasificación profesional de los trabajadores del sector, una problemática que afecta tanto a las enfermeras como a los técnicos superiores sanitarios. Es precisamente sobre este aspecto en que se abre un nuevo campo de batalla. Desde este jueves y durante cuatro días, los técnicos superiores sanitarios de todo el estado español están de huelga para presionar al ejecutivo de Pedro Sánchez, ya que denuncian que, tanto el Ministerio de Sanidad como el de Hacienda, en manos de la ministra María Jesús Montero, y el de Educación, encabezado por Pilar Alegría, «incumplen» las reclamaciones «históricas» de los trabajadores de este colectivo: «Se comprobará que sin técnicos la sanidad no funciona, porque los técnicos superiores sanitarios podemos ser menos en volumen, en número de trabajadores dentro de los hospitales, pero somos una parte fundamental e imprescindible», auguraba las horas previas a la primera jornada de protestas el presidente de la asociación española de técnicos de laboratorio (AETEL), Juan Carlos Rodríguez.
Según los datos facilitados por el Departamento de Salud, en manos de la consejera Olga Pané, esta misma tarde, el seguimiento de la huelga de técnicos superiores sanitarios que forman parte del sistema sanitario catalán ha sido del 6,9%. A esta hora, el gobierno español aún no ha ofrecido datos en relación con el seguimiento en el conjunto del estado.

La eterna reclasificación profesional
Con las cuatro jornadas de huelga, previstas para este jueves y viernes y lunes y martes de la próxima semana, los técnicos superiores sanitarios buscan conseguir que la Moncloa incluya su reclasificación profesional dentro del nuevo estatuto marco. En concreto, piden una retribución de acuerdo con el grupo B que establece para ellos el estatuto básico del trabajador público desde 2007, la homologación de la titulación oficial con el entorno europeo y la creación de diplomas de acreditación avanzada: «No estamos pidiendo que se invente nada para nosotros, que es lo más triste de toda nuestra situación. Estamos pidiendo que se aplique la normativa laboral sanitaria en el empleo de los puestos de trabajo. Hoy en día seguimos sufriendo una intrusión de funciones que avergonzaría a cualquier ciudadano u homólogo europeo», señala el secretario general del sindicato estatal de técnicos superiores sanitarios (SIETeSS), Francisco Javier Montero.
De hecho, la única de sus demandas históricas que ya ha sido solucionada es su reconocimiento como nivel 5 del Marco Español de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente (MECU) en el borrador del estatuto marco. De momento, los técnicos sanitarios solo han convocado cuatro jornadas de protesta, pero no descartan convertirlas en una huelga indefinida si no se escuchan sus reclamaciones. Los técnicos superiores sanitarios ya habían previsto una huelga indefinida el pasado mes de junio, pero acabaron desconvocándola tras una reunión con el Ministerio de Sanidad, en la que la responsable de la cartera se comprometió, según detallan desde el sindicato, a incluir la reclasificación profesional que reclaman dentro del nuevo estatuto marco. De momento, sin embargo, este compromiso aún no se ha cumplido, y los técnicos sanitarios han vuelto a salir a las calles.

El gobierno español asegura que trabaja para que los técnicos vean «mejoras»
Mientras los técnicos sanitarios endurecen el tono y amenazan con más jornadas de huelga, desde el Ministerio de Sanidad aseguran que están trabajando «desde todos los ámbitos» para que este colectivo note «mejoras» en relación con las cuestiones que reclaman «desde hace mucho tiempo»: «Estamos trabajando con ellos, estamos hablando con ellos», aseguró la responsable de la cartera dos días antes de la primera protesta de este colectivo. A su parecer, la mayoría de las reclamaciones que han puesto sobre la mesa los técnicos sanitarios ya se han resuelto, y las que aún no, lo harán próximamente. «Yo creo que hay muchas de las cosas que reclaman los técnicos sanitarios a las que les hemos dado salida o a las que les queremos dar salida», apuntó Mónica García. Sin embargo, la misma ministra también puntualizó que hay otras «que no dependen» del Ministerio de Sanidad, sino de otras carteras, en referencia a las demandas relacionadas con la formación, que dependen directamente del Ministerio de Educación.

