El 14 de febrero buena parte del mundo se para unas horas para celebrar una de las fiestas comerciales más populares: San Valentín. Participes o no, todo el mundo conoce la festividad. Lo que no es tan conocido es que el día antes, el 13 de febrero, se celebra el Día del Amante o Día del Infiel. Se trata de una contrafiesta, muy popular en Estados Unidos y Canadá y que se ha popularizado en buena parte de Europa, inventada por Ashley Madison, una red social de citas dirigida a personas con pareja.
¿Por qué el 13 de febrero? Muchas personas piensan que si tienen una cita con su amante después de San Valentín se podría ofender y pensar que ha sido una idea de última hora para compensar, mientras que si es el día antes los hace sentir más especiales, según explica la compañía. Algunas personas –sobre todo hombres– no dudan en llevar al amante y a la pareja al mismo restaurante. Ashley Madison publica regularmente estadísticas sobre la evolución de las infidelidades a partir de los datos que recoge en la red social y, según la compañía, tanto antes como después de San Valentín es cuando detectan más actividad y se dispara el número de infidelidades.

Celebrar San Valentín y el Día del Amante no es incompatible
En una encuesta reciente, el 30% de los hombres preguntados asegura que les encantaría celebrar San Valentín con su amante, pero finalmente reservan el día especial a la pareja y salen con su amante el día antes.
«Las expectativas románticas que rodean el día de San Valentín ponen a los matrimonios en un estado de análisis de cómo va la relación de pareja y el Día del Amante es una salida para mucha gente que se siente infravalorada y poco apreciada a casa», aseguran desde la compañía. De hecho, en sus encuestas muchas personas reconocen que gastan prácticamente el mismo en las citas con su pareja que con su amante. Los hombres prefieren inventar excusas relacionadas con el trabajo para poder celebrar el Día del Amante, mientras que las mujeres son más proclives a utilizar amigos y familiares como coartada.
Ashley Madison también revela que el mes de febrero es especialmente atareado para los investigadores privados. «La gente empieza a ver que pasa algo entre Acción de Gracias, Navidad y San Valentín. Hombres y mujeres empiezan a sospechar y contratan a un investigador privado para que siga a su pareja», explica la web. Retrasos continuados, olor a perfume o un cambio repentino del PIN del móvil son las pistas más típicas que ponen a alguien sobre aviso. Pero la pista que destapa más infidelidades es la factura de la tarjeta de crédito: el cargo a un restaurante lujoso o a una joyería son el origen de muchas investigaciones.