«La prevención es una de las herramientas más útiles que tenemos para responder a una amenaza como la del terrorismo yihadista». Este es uno de los mantras que repiten mandos y agentes operativos de la lucha contra el terrorismo de los Mossos d’Esquadra. Un argumento que se constata con las cifras que el departamento de Interior ha aportado al Parlament para responder a una pregunta sobre las medidas para combatir el terrorismo yihadista, a la cual ha tenido acceso El Mundo. Según la estadística firmada por el mismo consejero Joan Ignasi Elena, los Mossos d’Esquadra realizan una «media mensual de 2.908 identificaciones de personas» relacionadas con el Programa Operativo Específico Antiterrorista (POE-A).
Una cifra que muestra la prioridad de la Comisaría General de Información en este riesgo. De hecho, en 2022, según el Informe de Seguridad Nacional 2022, que elabora el Departamento de Seguridad Nacional español, los servicios de información de la Moncloa, en Cataluña se llevaron a cabo 11 operaciones antiyihadistas con un total de 12 detenidos, todas tuteladas por la Audiencia Nacional. Unos casos que siguieron el protocolo de prevención, detección e investigación judicial.
De todas maneras, los Mossos insisten en que el trabajo se hace en formato «multi-agencia», que «coordina la policía con otros departamentos de la administración, así como entidades del tejido asociativo». Siguiendo los datos del último informe del Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo, Cataluña y Madrid lideran las zonas del Estado español en operaciones de control y desactivación de riesgos yihadistas, dejando atrás Ceuta y Melilla, que habían sido considerados los grandes epicentros de la actividad yihadista.

16% de las patrullas, para detectar terroristas
Siguiendo el hilo de la respuesta parlamentaria al diputado no adscrito Antonio Gallego, durante el 2022 los Mossos concentraron el 16% del patrullaje preventivo en el Programa Operativo Específico Antiterrorista. De este porcentaje, un 40% se destinó a la protección de centros y organismos oficiales, el 28% a la protección de estaciones y nodos de transporte, el 21% a la protección de lugares de afluencia masiva de personas y el 8% a la protección de colectivos de riesgo.
En resumidas cuentas, durante el 2022, los Mossos han realizado esta media mensual de 2.908 identificaciones de personas y se han registrado o controlado un total de 1.431 vehículos. Todo dentro del POE-A. Además, la policía de la Generalitat ha montado 321 dispositivos específicos de control, los DEBO, en su acrónimo policial. Unos dispositivos que se activan o se intensifican en fechas señaladas o con más riesgo como son Navidad, Semana Santa y el verano. De hecho, Cataluña hace años que se encuentra en un nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista, y en estas fechas, se incrementa con el que se conoce como Nivel 4 Plus.
La vigilancia en la red
Por otro lado, los Mossos enfatizan el «trabajo especializado en el entorno virtual». Es decir, el patrullaje en la red para detectar u obtener información sobre posibles amenazas terroristas, y en especial, de carácter yihadista. De hecho, desde el año 2021, la Comisaría General de Información participa del proyecto de Europol, con la unidad de referencia a Internet de la Unión Europea (EU IRU), que «detecta e investiga contenidos maliciosos a Internet y las redes sociales». Los Mossos también han participado de la
Esta participación es para los Mossos, «fundamental», porque «no solo produce conocimiento estratégico sobre el terrorismo yihadista, sino que también proporciona información para utilizarla en investigaciones judiciales». Por esta colaboración europea, los Mossos cuentan con un aliado tecnológico de primer orden, el Voyager, un rastreador de la red, y un punto polémico, que permite «diagramar o detectar mensajes abiertos que sean sospechosos de ser objeto de una trama yihadista».

Controles y devueltos
En esta línea, estas líneas de prevención permiten también modificar o cambiar los elementos del procedimiento de trabajo que los Mossos tienen delante «de un posible atentado terrorista consumado». En concreto consiste el dispositivo Cronos que llegó a conocimiento popular durante los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils. «Este dispositivo se revisa y actualiza en función de las informaciones que obtiene el cuerpo policial», señala el consejero en su respuesta. En todo caso, Cronos, además de estar pensado para ser más eficaz en los controles y captura de los sospechosos, se alimenta de los datos obtenidos, para establecer medidas pensadas para neutralizar los protocolos habituales de fuga y refugio de terroristas.
Por otro lado, los Mossos d’Esquadra también tienen la oreja puesta en uno de los riesgos que más preocupa a los servicios de información occidental: los devueltos de zona de conflicto. España ha declarado 263 Combatientes Devueltos de Zona de Conflicto (CTE), según el Listado Único Común de