La sequía en Cataluña ha sido uno de los grandes aspectos que ha marcado la agenda social y política. La falta de precipitaciones durante un largo periodo de tiempo y el inexorable uso de los recursos hídricos hizo que los embalses llegaran a una situación crítica el uno de febrero de 2024, cuando el Gobierno (de entonces Pere Aragonès) decretó el estado de emergencia por sequía al sistema Ter-Llobregat. No fue hasta el siete de mayo, cuatro meses después, que el Gobierno levantó la emergencia por sequía. A partir de mayo las precipitaciones empezaron a llenar los embalses hasta llegar a un máximo del 37,10% grabado el 26 de junio. En el mes de julio, pero, las reservas empezaron a caer y a principios del mes de septiembre ya se situaron por debajo del umbral del 30%. Precisamente el mes de septiembre fue un mes de lluvias, pero, en cambio, los embalses han seguido bajando un hecho que puede parecer contradictorio, pero que la científica y profesora, catedrática de Física de la Atmósfera del Departamento de Física Aplicada de la Universitat de Barcelona, María Carme Llasat y el climatólogo y catedrático de geografía física de la Universitat de Barcelona, Jorge Martín Vide, señalan que tiene una explicación más corriente del que parece.

No solo tiene que llover

Uno de los aspectos que señalan los dos catedráticos es que la precipitación pluviométrica es una buena noticia -más encara después de los últimos años en Cataluña- pero que para llenar los embalses no solo tiene que llover. Maria Carme Llasat explica que hay que diferenciar entre la lluvia y los embalses, puesto que «una cuestión es la lluvia» y señala que «no ha llovido bastante arriba de los embalses« y destaca que estos «llevaban un déficit muy elevado». Un diagnóstico que comparte Jorge Martín Vide, que pone énfasis en la situación pluviométrica de Cataluña y destaca que «cuando avanza septiembre, las tormentas suelen tener preferencia por el litoral, y el mar» y pose como ejemplo la ciudad de Barcelona. Vide, pero, señala que «no es cuando llueve, sino como y dónde». Llasat destaca que las últimas lluvias se han concentrado al litoral y pide «tener cuidado con la percepción que tenemos», porque «si analizamos las precipitaciones, las lluvias en el interior no han estado suficientes». La catedrática, además, destaca que por las características de Cataluña «las precipitaciones más intensas se dan a la costa».

Embalse de la Llosa del Caballo, en el Solsonès / Foto: ACA
Embalse de la Llosa del Caballo, en el Solsonès / Agencia Catalana del Agua

Una precipitación pluviométrica que es una de las cuestiones que más ha destacado la Generalitat en boca de la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, quien anunció varias medidas para combatir la sequía incluyen que Cataluña consiga una ‘independencia hídrica’.

El futuro de la sequía en Cataluña

La caída de las reservas de los embalses ha hecho que la población, y las administraciones, de Cataluña revivan los últimos meses y las restricciones por sequía. A falta de infraestructuras que suministren agua frente a la falta de lluvia. Llasat señala que «para recuperar la normalidad» a los embalses se necesitaría «una situación normal de lluvias, lluvias típicas más la fusión nival». Las previsiones de lluvias, según dice Llasat, indican un «otoño normal» pero destaca que la previsión a largo tiempo «cuesta un poco hacerla, tiene un grado de incertidumbre». Actualmente, las reservas de los embalses se encuentran por debajo del 30%, y bajante, y la catedrática de Física de la Atmósfera recuerda que hay factor clave que permite que no estemos en una situación no «tan crítica», puesto que no estamos en época de regadío y el otoño es una época en la cual «la pedida disminuye». Jorge Martín Vide, pero, no comparte una visión tan optimista de la situación, puesto que «los modelos climáticos anuncian que la temperatura seguirá aumentando y la lluvia no aumentará». El climatólogo y catedrático de geografía física señala que las administraciones tiene que extraer un «mensaje o moralina», que no es otro que «trabajar contra la sequía cuando hay bondad pluviométrica, cuando tenemos los embalses a buen nivel» y evitar tener que construir infraestructuras, aplicar restricciones y reparar los diferentes problemas de la red sin prisas y sin angustias. Vide destaca que no se puede trabajar «cuando tenemos el problema encima» y pide que exista una «buena planificación del territorio, territorio y agua van de la mano».

El embalse de Rialb presenta un bajo nivel de reserva de agua por la sequía Fecha de publicación: miércoles 10 de agosto del 2022, 12:25 Localización: La Baronia de Rialb Autor: Salvador Miret
El embalse de Rialb con un bajo nivel de reserva de agua por culpa de la sequía / ACN

En cuanto al futuro de la sequía y las previsiones pluviométricas, Vide explica que «las predicciones estacionales señalan que en el trimestre otoñal (septiembre, octubre y noviembre) las precipitaciones pueden ser parecidas al normal, superior al normal o inferior al normal» y lamenta que «no son nada concluyentes».

Comparte

Icona de pantalla completa