El Estado español ha dado una nueva luz verde al proyecto de las nuevas desaladoras para Cataluña. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la autorización para firmar el convenio entre el Ministerio para la Transición Ecológica y la Generalitat, una autorización que permite financiar y ejecutar finalmente las nuevas desaladoras de Tordera II y Foix. Esta luz verde permite que se mantengan, y se les dé continuidad, a las decisiones tomadas en el año 2024 entre el Estado español y la Generalitat de Cataluña en las cuales se aprobaban medidas para desplegar más instalaciones de agua desalada para abastecer las comarcas de Girona, Tarragona y Barcelona y aliviar la presión sobre el Ter (con los trasvases de agua) y reducir la extracción de agua de los acuíferos de la costa que se encuentren en mal estado ecológico.
La construcción de estas nuevas plantas desaladoras de Tordera II y Foix hará que Cataluña gane más producción de agua desalinizada (que han jugado un papel clave durante la última sequía en Cataluña). Este aumento de la producción de agua desalinizada hará que Cataluña avance hacia un modelo más resiliente y sostenible ante posibles nuevas sequías y los efectos recurrentes del cambio climático que pueden azotar el país.

Una inversión millonaria
Según han detallado desde el ministerio español la inversión total que se hará financiada desde los fondos propios de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (ACUAMED) y del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) será de 513 millones de euros, mientras que la Generalitat, a través del ente público de abastecimiento de Aigua Ter Llobregat (ATL), invertirá 20 millones de euros para cubrir los costos de los anteproyectos y expropiaciones necesarios para la construcción de las nuevas plantas desaladoras.

