El episodio de lluvias de estos últimos días ha disparado las reservas de los embalses de las cuencas internas de Cataluña del 31,1% al 39,6%, en lo que supone el mayor aumento de los últimos cinco años. Según han explicado a El Món fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), no se producía un salto tan importante en las reservas desde 2020, cuando el temporal Glòria hizo aumentar las reservas del 74% al 98% en solo cuatro días. En la primavera del mismo año, por Sant Jordi, un levante también impulsó las reservas. Los embalses de las cuencas internas no rozaban el 40% de su capacidad desde finales del verano de 2022.

El aumento más relevante de las reservas de los embalses se ha producido sobre todo durante el fin de semana por las lluvias que ha traído la borrasca Jana, que ha descargado con mucha fuerza en las cabeceras de los ríos Ter y Llobregat, que son los grandes suministradores de agua de estos pantanos. Se espera que en los próximos días continúen subiendo las reservas gracias al agua que sigue bajando de los ríos. De hecho, Protección Civil mantiene activa la fase de prealerta del plan Inuncat hasta que los caudales de los ríos recuperen su volumen habitual. En una semana, las reservas del conjunto de los embalses de las cuencas internas han pasado de 217 hm³ a más de 275 hm³.

La borrasca Jana que ha barrido Cataluña este fin de semana ha dejado entre 30 y 60 litros de media en todo el país. Durante el temporal, las lluvias han hecho superar el umbral de peligro o alerta del río Llobregat a la altura de Guardiola de Berguedà (Berguedà) con 168 metros cúbicos por segundo (m³/s); del río Congost en la Garriga (86,2 m³/s); del río Fluvià en Olot (55 m³/s); de la Muga en Sant Llorenç (160 m³/s); de la Tordera en Fogars de la Selva (190 m³/s); y del Ter en Sant Joan de les Abadesses (111 m³/s) y Ripoll, según datos de la ACA.

El aumento de este fin de semana rompe con la dinámica de los últimos meses, ya que desde el 25 de noviembre (34,4% de la capacidad) los embalses fueron perdiendo agua hasta situarse en el 31,09% (2 de marzo).

Los embalses que más se han beneficiado por el paso de la borrasca Jana

El Alt Empordà es una de las zonas más castigadas durante este 2025. El mal estado de las reservas del acuífero de los ríos Muga y Fluvià y del pantano de Darnius-Boadella hizo que se declarara la emergencia por sequía en 34 pueblos del Alt Empordà el pasado mes de febrero. Precisamente el paso de la borrasca Jana ha permitido aliviar la situación, ya que Darnius-Boadella casi ha duplicado el agua que tenía embalsada hace una semana, y ha pasado de los 10,2 hm³ almacenados a los 18,6 hm³ (pasando del 16,7% de su capacidad a sobrepasar el 30%).

Uno de los otros embalses que se ha visto beneficiado por este episodio de lluvias ha sido el pantano de Sau -el histórico ‘termómetro’ de la sequía-, que ha visto cómo sus reservas han aumentado hasta el 21,8% después de una gran bajada durante el mes de noviembre y que llevó a Sau a tener unas reservas mínimas del 6,7% hace una semana.

La borrasca Jana también ha beneficiado otros embalses como son los de la Baells (que ha pasado del 54% a sobrepasar el 66%), la Llosa del Cavall (del 33,8% hasta un 38%), Foix (del 92,5% hasta el 98,7%), Riudecanyes (del 24,1% al 25,4%), Sant Ponç (del 56% al 58,1%) y el de Siurana (del 9,3% al 10,1%).

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