Catalunya ha vivido un final de mayo muy propio del verano más tórrido de los últimos años. Temperaturas por encima de los 35 grados y un bochorno y calor notablemente intenso. Una ola de calor que llega justo cuando se ha superado la larga sequía de los últimos años. El pasado lunes 12 de mayo los embalses de las cuencas internas de Catalunya alcanzaron el 76,06% de su capacidad, un hecho por el cual el Comité Interdepartamental de Sequía decidió dar por terminada la sequía y decretar la situación de normalidad en toda la nación excepto en el embalse de Riudecanyes. Según la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, este cambio en la situación de los embalses fue la culminación de “la desescalada en la sequía, devolviendo la práctica totalidad de Catalunya al escenario de normalidad“.
En conversación con El Món, Javier Martín Vide, climatólogo y catedrático de geografía física de la Universidad de Barcelona (UB) y una de las voces más autorizadas en materia de sequía en Catalunya, señala que «conviene eliminar las restricciones desde un punto de vista psicológico. Mantener un estado de emergencia no es fácil, se debe mantener una gran atención y un exceso de alerta, como bien saben los psicólogos y sociólogos, suele generar un efecto contrario. El exceso provoca que se pierda atención, también conviene dar buenas noticias y felicitarnos por el fin de la sequía«. De hecho, Vide señala que «hace 2 meses que podemos decir que la sequía ha terminado». Dante Maschio, portavoz de la entidad ecologista Aigua és Vida, comparte la visión del catedrático y explica que «damos por terminada la sequía pluviométrica», aunque advierte que «la sequía hidrológica o la escasez es permanente». «Lo que está haciendo el Gobierno es seguir el especial de sequía. En función de los umbrales de las reservas se decretan unas medidas», sentencia el ecologista.
Sin caer en el “ciclo ‘hidroilógico’ del agua”
Esta prudencia que pide Maschio es compartida por Javier Martín Vide. El catedrático de geografía física de la UB siempre ha apelado a no caer en el “ciclo hidroilógico del agua”, la descripción que hace de cuando “nos olvidamos de la sequía como fenómeno climático”. «No debemos caer en el ciclo hidroilógico, la sequía volverá, es consustancial a nuestro clima, se proyectan sequías en el futuro más frecuentes y más graves. La siguiente quizás no, pero la tendencia es esta», alerta.
El portavoz de Aigua és Vida, por su parte, pone el foco en las declaraciones de Concha Zorrilla en las que explica que la directora general de Transición Hídrica de la Generalitat dijo que «la próxima sequía la sufriremos sin restricciones». Unas declaraciones que según el ecologista son «desafortunadas» y muestra que su temor «es entrar en barra libre de consumo de agua» y critica que la «obsesión por más infraestructura es errónea». Según Maschio, poner más agua en el sistema sin revisar los consumos es peligroso» y «esta gestión de desvincularse de la lluvia es draconiana». «Necesitamos la lluvia, la agricultura de secano necesita la lluvia, pensar que no hace falta es una visión muy centrada en Barcelona», alerta.

¿Cómo quiere ser Catalunya en el futuro?
Cuando tomó posesión el ejecutivo socialista de Salvador Illa al frente de la Generalitat, se anunciaron una serie de medidas para combatir la sequía. Las grandes apuestas eran construir plantas desalinizadoras y potenciar el agua regenerada y depurada. Ante esta propuesta del Gobierno, Dante Maschio señala que la desalinización puede acabar siendo contaminante y que «estos impactos el gobierno no los integra». Para Javier Martín Vide, estas tecnologías para generar más agua «deberían ser complementarias» al ciclo del agua, y destaca que «no podemos dejar de mirar al cielo». El catedrático admite la importancia de estas infraestructuras, ya que «sin ellas habríamos sufrido más restricciones, han sido vitales», pero destaca que son complementarias.
Catalunya, sin embargo, debe decidir su futuro. Ahora llega la temporada estival y se prevé un aumento de la llegada de turistas. Maschio señala que predecir los consumos «es especular». «Los consumos, probablemente, aumentarán. No tenemos restricciones sobre llenar fuentes o limpiar con agua potable y esto puede suponer un aumento». Este aspecto de memoria hídrica lo destaca Javier Martín Vide, que señala que «ahora nos podemos felicitar, pero siempre teniendo en cuenta que no podemos volver al olvido, ya que hemos conseguido vivir razonablemente con poca agua, ahora que estamos acostumbrados no debemos malgastarla». En cuanto a los consumos, Maschio apela a mirar «la parte del pastel que debemos abordar». El ecologista señala «los grandes consumidores, agricultura, ganadería, industria» y pide poder observar los consumos de estos sectores tal como se puede hacer con los de los municipios en la web de la Agencia Catalana del Agua.
Javier Martín Vide sentencia: «El ciudadano ya gasta poco de media, hay que tener en cuenta las medidas básicas, no podemos exigir más. Luego está el modelo de país. ¿Queremos más turistas, batir el récord? El territorio, el agua y la energía van de la mano, si queremos más turistas, más pistas de aterrizaje, podemos tener problemas con las existencias de agua. Esto influye, depende del modelo de país que queremos».