El Hotel Vall de Núria, que es propiedad del ente público catalán Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya y gestionado por la empresa Aramark Corporation, ha respondido a una clienta que no siempre pueden garantizar la atención en catalán debido a la rotación de personal y a la dificultad de encontrar personal que hable la lengua del país. Lo ha denunciado Plataforma per la Llengua a través de su cuenta de la red social X, donde subraya que la explicación que el negocio da a la clienta es “una confesión que vulnera los derechos lingüísticos reconocidos por ley”. En efecto, el artículo 32 de la Ley de política lingüística y el 128-1 del Código de Consumo de Cataluña dejan claro que todas las empresas, y especialmente las públicas o concesionarias, deben garantizar la atención oral y escrita en catalán.

Fuentes de la entidad en defensa del catalán han explicado a El Món que una clienta se quejó de que los trabajadores de la Caseta del Llac, uno de los espacios de restauración que pertenece al complejo hotelero, no la entendieron en catalán. Fuentes de FCG han trasladado a este diario que lamentan la situación y dejan claro que la empresa pública siempre ha promovido el uso de la lengua catalana en sus dependencias. “La atención que se ofrece a los clientes es una cuestión que nos merece una especial sensibilidad y no escatimamos ningún esfuerzo para poder dar un servicio cuidado”, remarcan, y se comprometen a evaluar los hechos para valorar si es necesario tomar alguna medida para “mejorar” el servicio que se ofrece en nuestras instalaciones.

A raíz de esta situación, que comunicó al complejo hotelero, el director del Hotel Vall de Núria le ha comunicado recientemente que “la gran rotación de personal hace que muchas veces la gente no tenga tiempo de aprender”. En el correo electrónico compartido por la ONG del catalán, Aramark explica que en todos los procesos de selección que realizan piden el catalán “como idioma necesario”, al igual que el castellano. Aun así, la empresa admite que “la pena es que las dificultades que conlleva trabajar en la Vall de Núria hace que esto eche atrás a la gente del territorio”. “Con la dificultad que existe hoy en día de mano de obra no siempre se puede elegir”, justifica la empresa, y añade que todos sus trabajadores “tienen la voluntad y las ganas” de aprender la lengua catalana.

Una empresa que ni siquiera tiene la web en catalán

Por otro lado, la entidad que preside Òscar Escuder subraya que Aramark Corporation «no puede presumir mucho de responsabilidad social corporativa» en Cataluña. «¡Ni siquiera tiene la web en catalán, mientras que permite acceder a ella, en Bélgica, en neerlandés o francés!», añade, e insiste en que garantizar la atención a los catalanohablantes en Cataluña “no es opcional, es obligatorio”. Por todo ello, Plataforma per la Llengua exige que se actúe “inmediatamente” para “garantizar el catalán en todos los servicios públicos”. Las mismas fuentes de la entidad señalan en este sentido que la situación generada en el hotel “tiene un poco más de inri porque es de empresa pública, y le cae más normativa encima”. “Incluso Ferrocarrils, que nos parece que es de las que más fino trabaja, tiene margen de mejora», sentencian desde la entidad.

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