La consejera de Educación, Anna Simó, ha cargado con firmeza contra el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y avisa que «no les toca» decidir sobre la constitucionalidad del modelo lingüístico catalán. Así lo ha asegurado este miércoles durante una sesión en el Parlamento después de que el TSJC propongas cambiar el modelo actual de la inmersión lingüística por uno que favorezca a los estudiantes que vienen de en Cataluña.
De hecho, los magistrados del órgano judicial consideran que la ley actual que busca evitar porcentajes de lengua en las aulas es inconstitucional y han afirmado que «no se pueden crear etapas de inmersión que puedan perjudicar» a todos aquellos estudiantes que vienen a pasar un breve periodo de tiempo en Cataluña. «¿Pretenden que cambiamos el modelo educativo de todo un país por unos alumnos que están de paso? Qué es esta locura?», pregunta con preocupación Simó, recordando que el modelo de la inmersión busca normalizar la lengua y evitar que recule.

En este sentido, el diputado de la CUP Carles Riera ha tomado la palabra y ha aprovechado que el tema era sobre la mesa para hacer sus consideraciones sobre la inmersión lingüística, un modelo que el cupaire considera que no se está aplicando en Cataluña. Riera culpa en los sucesivos gobiernos de la Generalitat de la incapacidad de aplicar correctamente el modelo, y por eso insta a la administración a desplegar «el aparato legislativo de recursos docentes necesario para aplicar la inmersión».
Voces críticas al respeto
Como era de esperar, la inmersión lingüística ha vuelto a levantar polvo dentro del Parlamento. Por su parte, la diputada de Ciudadanos Anna Grau ha criticado el modelo porque considera que excluye el castellano: «es imposible imponer el catalán y no ir en contra del castellano», comenta. Mientras tanto, por su parte, el diputado de la formación ultra Manuel Jesús Acosta ha acusado el Gobierno «de escupir» a las sentencias del TSJC mientras adoptan un modelo «sectario», según considera.