La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que anula gran parte del decreto que protegía el uso del catalán en la escuela ha provocado una serie de reacciones en contra de la resolución judicial. El sindicato USTEC-STEs, con implantación en varios ámbitos y sectores educativos, lo ha considerado un «ataque frontal» al catalán. Y Òmnium Cultural en un tuit en la red X ha cargado contra el tribunal porque “vuelve a hacer política contra Cataluña y su modelo de escuela”. «No podemos permitir que un tribunal politizado y anticatalanista desmonte un consenso parlamentario y social avalado durante décadas en nuestro país», han añadido desde Òmnium.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ya ha anunciado que el Govern presentará un recurso contra la resolución judicial como le habían pedido numerosas entidades, sindicatos y partidos políticos. “No permitiremos que nadie haga un uso político de la lengua porque es lo peor que se puede hacer para la convivencia”. Para el máximo mandatario político de Cataluña, hay que defender el modelo lingüístico de la escuela catalana “con toda la contundencia”. Y ha remarcado que emprenderán todas las medidas que consideren oportunas. “El catalán debe seguir siendo la lengua inclusiva, propia y transversal del país y de la escuela”.

Junts pide actuar «con contundencia»

Las reacciones han llegado también desde el ámbito político. La portavoz de Junts per Catalunya, Mònica Sales, ha denunciado «la injerencia y el ataque» contra el catalán por parte del TSJC. Sales ha exigido al Govern que actúe «con contundencia» para «revertir la vulneración de derechos» y ha hecho un llamado a la movilización para defender la lengua.

«Los jueces continúan haciendo política», valora ERC

La secretaria general de ERC y presidenta del grupo municipal republicano en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany, no se ha mostrado sorprendida por la sentencia. «Desafortunadamente, no nos sorprende porque los jueces continúan haciendo política contraviniendo también todos los criterios pedagógicos y poniendo todos los obstáculos que puedan y que podrán. Debemos ser muy claros: los catalanes y las catalanas somos firmes en la defensa del modelo de inmersión lingüística por su función de cohesión social». Alamany se ha mostrado especialmente preocupada por la situación «de emergencia lingüística» del catalán «como no veíamos desde hace muchos y muchos años».

El presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, ha grabado un mensaje contrario a la sentencia que ha difundido a través de las redes sociales. Según Llach, el último golpe contra la lengua supone otro motivo para reclamar la independencia de Cataluña. «Este 11-S, llenemos las calles de Barcelona, Girona y Tortosa». «Nos quieren rendidos y normalizados, pero no nos rendimos ni aceptamos esta normalidad impuesta». Llach ha fijado como puntos para llegar a la independencia recuperar la fuerza en la calle y la mayoría parlamentaria necesaria.

Desde el Consell de la República Catalana han valorado la sentencia contra el catalán como «una nueva injerencia judicial contra la lengua del país». «Cuando una lengua no puede ser prioritaria, ni siquiera en su casa, no es igualdad: es diglosia. La desnacionalización impulsada por el Estado español no se detiene».

Más allá de USTEC-STEs, otros sindicatos han salido en la defensa del catalán. CCOO, por ejemplo, ha dicho que la inmersión lingüística es un modelo de «éxito» y que tiene el consenso «de toda la comunidad educativa». «Es un modelo que garantiza la igualdad y la cohesión social del país», ha considerado el secretario general de CCOO Educación, Edu Núñez. Y la Intersindical sostiene que la posición del tribunal pretende reforzar la «subordinación» del catalán al castellano y pone en riesgo la cohesión social que garantiza el modelo educativo catalán.

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