Gerard Insa, el profesor de matemáticas que denunció un caso de discriminación lingüística por parte de una doctora de la Clínica Diagonal de Esplugues de Llobregat, ha anunciado que se dejará asesorar por Acció Cassandra, porque, según dice en un vídeo en la red social X, antes Twitter, estas situaciones de catalanofobia cada vez son más frecuentes y exigen «una respuesta contundente». «Ni un paso atrás ante la vulneración de los derechos fundamentales de los catalanohablantes», subraya, y defiende que «actuar contra esta situación no solo es legítimo, sino que es necesario si queremos defender la dignidad de los catalanohablantes y contribuir a una sociedad realmente democrática».

Insa remarca que se dejará asesorar por la entidad fundada por los abogados Josep Rosell y Lluís Gibert, «dos abogados que, gracias a las contribuciones voluntarias, asumen la defensa de casos en los cuales se vulneran los derechos fundamentales de los catalanes», y detalla que hasta ahora le han trasladado que su caso podría ser llevado a los tribunales, y según ha podido saber El Món, la acción aún se está estudiando, pero podría desembocar en una denuncia penal por delito de odio y contra los derechos fundamentales. Aun así, el paciente deja claro en conversación con este diario que está pendiente de una segunda conversación con los abogados para ver qué decisión toman.

«Me recomendaron hacerlo si quería provocar un cambio», expone, porque procedimientos habituales como quejas y denuncias «no tienen mucho recorrido y tienen muy poco impacto, más allá de figurar en estadísticas en las que todos nos indignamos». En declaraciones a este diario, el profesor dice que con su acción quiere «visibilizar la situación», pero también que «haya una consecuencia proporcionada contra la doctora y/o la Clínica». «Quiero comunicar a la sociedad lo que acaba pasando tanto si es favorable como si no», manifiesta.

«Actuaré con firmeza y determinación»

Aun así, deja claro que será él quien tomará la decisión sobre «qué hacer, cómo actuar y hasta dónde llegar» porque, según remarca, es él quien está asumiendo los «riesgos» y las «consecuencias emocionales y personales» que todo esto le pueda comportar. También destaca que su actuación no será «desde el odio ni la venganza, sino desde la justicia y desde la dignidad». La víctima de discriminación lingüística niega que esta decisión sea exagerada o pueda incomodar, y cree que es «la respuesta necesaria», porque «no podemos normalizar estas situaciones y estas actitudes donde nuestros derechos humanos son vulnerados». «Actuaré con firmeza y determinación, pero siempre con respeto también», insiste.

«Háblame en español o no te atiendo»

Gerard denunció su caso en las redes sociales y explicó que una doctora de la Clínica Diagonal de Esplugues de Llobregat le «negó la atención por hablar en catalán» cuando acudió a urgencias del centro sanitario porque se había hecho daño en el hombro jugando al fútbol, pero cuando comenzó a explicarle a la doctora qué le pasaba, ella lo interrumpió inmediatamente y le exigió que dejara de hablar en catalán:  «Háblame en español o no te atiendo«. En conversación con El Món, Insa detalló que llenó un “formulario de sugerencias” –el equivalente a un formulario de reclamaciones– en la clínica, que este diario pudo consultar, explicando los hechos y también llenó un formulario a Consumo, que lo asesoró telefónicamente y le remarcaron, según explicó, que la situación que vivió es «de denuncia». Para hacerlo, le han facilitado cómo debe trasladar el asunto a Consumo y también al Ayuntamiento de Castelldefels, que es su municipio.

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