Plataforma per la Llengua ha unido esfuerzos con el Institut d’Estudis Catalans, la Coordinadora d’Associacions per la Llengua Catalana (CAL), Òmnium Cultural, Softcatalà, y los colectivos Salut pel Català, Mantinc el català y No em canviïs la llengua para plantear un desafío a los catalanes: mantener la lengua con todos durante 21 días, el período de tiempo que se suele utilizar para considerar que un hábito se puede consolidar. Con el lema “Mantener el catalán, el reto 21 días”, la iniciativa busca que los catalanohablantes abandonen «la subordinación lingüística al castellano». El desafío comenzará el próximo lunes 12 de mayo y se extenderá hasta el 1 de junio, y los impulsores animan a las personas que se sumen a la campaña a compartir sus experiencias en las redes sociales con la etiqueta #Repte21Dies y #RepteMantinc.

La campaña, que se ha presentado esta tarde en la Casa del Mar de Barcelona, ha contado con varias intervenciones como, por ejemplo, la de la sociolingüista Maite Puigdevall, quien ha advertido que los catalanohablantes «nos adaptamos por mímesis, pero siempre lo hace quien está en una situación subalterna, quien habla la lengua minoritaria». Además, ha lamentado que los catalanohablantes «no somos hablantes emancipados, como sí lo son los hablantes de lenguas mayoritarias, y solo nos podremos convertir en emancipados compartiendo el catalán».

De hecho, Plataforma per la Llengua destaca que la sumisión de los catalanohablantes al castellano «es uno de los dos factores que contribuyen a explicar la residualización del catalán», junto con el ordenamiento jurídico lingüísticamente discriminatorio del Estado español. «Ambos factores, con un peso desigual, hacen prescindible el catalán, y, por tanto, ponen en peligro su futuro, porque las lenguas que no son útiles ni necesarias desaparecen», alerta, y recuerda que, según una encuesta encargada por la ONG del catalán, 8 de cada 10 catalanohablantes cambian al castellano cuando alguien les habla en esta lengua. «Un porcentaje elevadísimo y muy preocupante», destaca.

Imagen de familia del acto de presentación de la campaña “Mantener el catalán, el reto 21 días”

«Cambiar de hábitos» con la lengua

Plataforma per la Llengua, además, considera que cambiar de lengua «por respeto» o «por educación» son argumentos «fácilmente desmontables». En este sentido, la miembro de la ADAC y Salut pel Català, Leli Camps, ha manifestado que “la ola destructora de la lengua llega a todas partes, no se puede bajar la guardia a pesar de estar bien sensibilizados con la lengua, debemos cambiar de hábitos”. “Si no nos detenemos y tomamos conciencia de los automatismos que nos hacen cambiar de lengua nunca podremos cambiar la situación”, ha sentenciado. Gabriel Roca también ha explicado las dificultades cotidianas de hablar en catalán con todos, pero se ha centrado en la indefensión que puede vivir un catalanohablante en la consulta médica: “Debemos preguntarnos por qué cedemos al castellano a veces». «En situaciones como una visita médica, me encuentro en muchas ocasiones en situaciones de vulnerabilidad», ha lamentado.

Recién llegados que reclaman «perseverar» con el catalán

El acto también ha contado con los testimonios de Merlys Mosquera y Daniel Camilo Hernández, dos personas recién llegadas. Mosquera ha expuesto que «no entendía al principio cómo era posible que generalmente la gente no quisiera compartir la lengua conmigo mientras la aprendía, pero también me he encontrado con todo lo contrario, con experiencias agradables», mientras que Hernández ha subrayado que para conseguir que varios interlocutores con los que interactúa cambien el hábito de cambiar de lengua «debemos perseverar siempre y continuar hablando catalán, no hay alternativa».

Finalmente, la coordinadora de Tallers per la Llengua, Àstrid Bierge, ha constatado que «la inmensa mayoría de catalanohablantes que cambiamos de lengua lo hacemos por iniciativa propia, no nos lo pide el otro interlocutor», y ha dejado claro que «cambiar el hábito depende exclusivamente de nosotros mismos». Además, ha aportado algunos consejos para lograr este desafío de mantener el catalán durante 21 días: «Para empezar, hay que marcarse objetivos concretos y viables, y progresivamente plantearse objetivos más ambiciosos».

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