El sindicato principal de educación USTEC-STEs (IAC) denuncia que todavía quedan 500 plazas de docentes a cubrir de titulares y sustitutos entre secundaria y Formaciones Profesional (FP). Así lo ha explicado este viernes por la mañana durante una rueda de prensa para valorar la incici de curso el coordinador de la secretaría de acción sindical de USTEC, Andreu Montbrú, que ha matizado que empezaron el curso 2023-34 con 155 plazas menos de docentes titulares y 319 de sustitutos necesarios para cubrir posibles bajas durante el curso.
El sindicato asegura que las asignaturas donde se requieren son lengua catalana, informática y tecnología. Los motivos por los cuales creen que se ha producido esta falta de plazas a cubrir es la «fuga masiva de docentes» que tienen más proyección más allá de la docencia y hacen el salto a empresas privadas, puesto que es «donde tendrán mejores condiciones y mejores sueldos», según asegura la portavoz del sindicato, Iolanda Segura. Siguiendo en esta línea, pues, Segura denuncia que los docentes de Cataluña son los más mal pagados de todo el Estado español. Según datos del sindicato, en Cataluña un profesor de secundaria cobra 2.570 euros netos en el mes, mientras que en otras comunidades el mismo perfil cobra mucho más, como puede ser Madrid (2.706 €), Murcia (2.721 €), o el País Vasco (3.140 €).

Polémica con las oposiciones
La portavoz de USTEC también ha querido hacer referencia a la polémica que ha habido con la ejecución de las oposiciones, concretamente con el malestar con la corrección de los exámenes. Por Montbrú lo principal motivo por el cual se producen estos malentendidos es que el proceso de oposiciones es «opaco» y con «disparidad» en los resultados. De hecho, desde el sindicato indican que hay 8.440 aspirantes que han presentado reclamaciones por las notas obtenidas, es decir, un 30% del total de aspirantes que se examinaron para pasar a formar parte de los docentes de Cataluña. Este elevado número de quejas es el argumento al cual se aferran desde el sindicato para considerar que ha habido «disparidad entre los criterios de los tribunales» en la hora de evaluar las pruebas.