La fecha de inicio de curso es uno de los temas que genera más controversia entre los docentes, las familias y los responsables del Departamento de Educación, actualmente en manos de la consejera Esther Niubó. Cada año, en el momento en que se anuncia la fecha en que comenzará el curso escolar, todas las organizaciones sindicales del sector desconfían de la decisión de la administración, ya que consideran que deja muy poco margen a los maestros y profesores -de primaria y secundaria, respectivamente- para terminar de prepararse. Este año, el curso comenzará el lunes 8 de septiembre para la educación obligatoria -es decir, primaria y ESO- y los ciclos de formación profesional (FP) de grado básico. Cuatro días más tarde, al día siguiente de la Diada, comenzarán las clases en bachillerato y en los ciclos de FP de grado medio y superior. Estas, sin embargo, no son las fechas habituales para iniciar el curso escolar. En los últimos cuatro años, la consejería de Educación, que ha cambiado de manos tres veces, ha movido la fecha de inicio de curso cuatro veces.
El curso 2022/23, con el departamento encabezado por el entonces consejero Josep González Cambray, comenzó el 7 de septiembre -para los alumnos de primaria y secundaria-, una fecha muy criticada por los sindicatos. El año siguiente, a pesar de las reticencias de la comunidad docente, el exconsejero optó por adelantar aún más el inicio escolar, y hacer comenzar las clases el día 6 de septiembre, alegando que se trataba de una medida para fomentar la «conciliación familiar». Sin embargo, Cambray ya no estaba al frente de la cartera en el momento de comenzar el curso, ya que el entonces presidente Pere Aragonès prescindió de sus servicios el 12 de junio de 2023 debido al malestar entre la comunidad educativa y la administración catalana. Anna Simó asumió las riendas de Educación y, al momento de elegir la fecha de inicio del siguiente curso, optó por retrasarla hasta el 9 de septiembre, dando más margen a los docentes. Un margen, sin embargo, que tampoco consideraron suficiente. Finalmente, este año la actual consejera ha situado el inicio escolar para el 8 de septiembre.

La contraposición de argumentos
Desde los sindicatos de docentes argumentan que el curso escolar debería comenzar después de la Diada, tal como ocurría hace una década. Por ejemplo, los alumnos de primaria y secundaria comenzaron el curso 2015/16 el 14 de septiembre, ya que el día después del Once de Septiembre era fin de semana. Las diferentes organizaciones sindicales del sector defienden que el curso escolar debería arrancar después de la Diada porque, de esta manera, dispondrían de más tiempo para preparar el curso, ya que muchas plantillas no terminan de definirse hasta principios de septiembre debido a los desbarajustes en los procesos de asignación de plazas. Es decir, que, en algunos casos, los docentes tienen menos de una semana para saber con qué grupo de estudiantes trabajarán y prepararse las clases. De hecho, a raíz del caos con las adjudicaciones de este año, los sindicatos volvieron a exigir el retraso del curso. En esta línea, los sindicatos de docentes también defienden que comenzar la escuela antes de la Diada tampoco tiene ningún impacto relevante en los resultados académicos de los alumnos. Un argumento, pues, que también aprovechan para reclamar más tiempo de preparación durante el mes de septiembre.
Mientras los docentes piden más tiempo, a las familias -algunas de ellas, al menos- se les hacen muy largas las vacaciones, ya que en el momento en que deben volver a trabajar no siempre tienen opciones para conciliar el cuidado de los hijos con la jornada laboral. En las redes sociales, diversos padres y madres llegan a decir que los maestros tienen «tres meses» de vacaciones –cosa que no es cierta–, motivo por el cual consideran que podrían acortarlas para tener más tiempo de preparación. Incluso, algunas familias defienden que la escuela debería comenzar el 1 de septiembre, tal como se hace en otros países de Europa: «Para la ESO aún lo vería aceptable, pero en infantil y primaria debería comenzar incluso antes», defiende una usuaria en las redes. Las discrepancias, pues, son evidentes. A pesar del conflicto, la consejería opta por un punto medio, con el inicio de curso antes del once de septiembre -a pesar de las reticencias de los docentes-, pero unos días de margen para terminar de pulir los detalles del curso.