El periodista Xavier Rius Sant (1959) está especializado en movimientos de extrema derecha y analiza el perfil de la presidenta Sílvia Orriols en el libro Aliança Catalana: els nostres ultres (Icària Editorial). En este volumen analiza el surgimiento y crecimiento de la formación liderada por la alcaldesa de Ripoll, que comenzó su trayectoria política desde joven en Maulets, formación de la izquierda independentista, para luego unirse a las Juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya, que abandonó con la entrada del tripartito. Posteriormente, pasó por Estat Català, el grupo Intransigents y el Front Nacional de Catalunya, con quienes rompió para crear su propia formación. En esta conversación con El Món, Rius Sant define a Sílvia Orriols como racista, nacionalpopulista y de extrema derecha, pero sobre todo dice que es «una persona incapaz de empatizar» con la gente. Además, destaca que ella misma se siente «elegida» porque siempre subraya que nació un 9 de octubre, el día que Jaume I expulsó a los sarracenos del País Valencià. Por otro lado, aborda las posibilidades de crecimiento de la formación, y afirma que las disputas entre Junts y Esquerra Republicana y la falta de autocrítica por el Procés beneficia a Aliança Catalana.

¿Cómo conoció a Sílvia Orriols?

La conocí el sábado antes de la investidura como alcaldesa, el 10 de junio por la noche en 8TV. Fue muy educada conmigo, parecía que fuéramos amigos. Eso forma parte de ella, puede ser así, como puede ser como un muro de cemento. Fue muy amable. Y después, si le enviaba correos para el libro, me contestaba a las seis y media de la mañana. Y cuando ya era diputada, unos días después de las elecciones, me recibió en el Ayuntamiento y fue muy bien, pero cambió después de que publicara unas fotografías del acto de inauguración del monumento de homenaje a las víctimas del 17-A, donde aparece aplaudiendo a la Guardia Civil o después de explicar que ella nunca había subido nunca a un hoy. Siempre me dice, «mira el hombre que ha recorrido el mundo con billetes de 18 euros». Pero ella es así.

¿La relación está rota?

En este momento, sí. Lo divertido es que ha habido personas de la cúpula de Aliança Catalana que me pidieron que les pasara capítulos y se los pasé. Por ejemplo, lo hice con un presidente comarcal y uno del núcleo del partido. Quiero decir, que la relación era buena, y yo desde el primer día le dije que su discurso es de ultraderecha.

Que les digan ultraderecha les molesta mucho.

Pero eso les ha pasado a todos. A Vox, a Anglada, pero después lo asumían como algo normal.

Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas
Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas

¿Sílvia Orriols se siente una persona elegida?

Después de las elecciones le pedí hora y nos vimos. Me destacó que nació un 9 de octubre, el día que Jaume I expulsó a los sarracenos del País Valencià. Además, coincidiendo con su entrada al Parlamento, hizo un tuit donde se veía la foto del sepulcro de Guifré el Pilós, y decía «Aquí empezó todo». Si ella dice eso, quiere decir que se siente elegida. Ella se siente elegida. Y con eso no se puede enfadar, porque es una percepción.

¿Y su entorno también le tiene esa consideración?

En Aliança Catalana hay devoción por Sílvia Orriols. El partido es presidencialista, y todo funciona alrededor de ella. Manda ella. Y sé que estos días con el tema de Trump se siente bastante perdida porque ella dice que Trump no le genera admiración como personaje, pero es el referente de Jordi Aragonès.

Se ha creado un partido a medida.

Sí.

Y ahora lo controla, pero ¿cree que se le puede descontrolar en algún momento? 

Creo que ella quería que le hicieran la moción de censura. Primero, por un tema de salud, ha adelgazado mucho. Es una persona que no cena, que hace una dieta muy estricta, y duerme poco. Además, no tiene carné de conducir. Ella quería que la echaran de la alcaldía para tener dos años para expandir el partido porque la gente se queja de que no va al congreso o a los encuentros de militantes. No entraré en la lucha de Aragonès y Ges porque ellos lo niegan, pero el partido es difícil de gestionar porque ha crecido demasiado. Es el problema de crecimiento, y ahora no tienen estructura. Jordi Aragonès sigue trabajando en una escuela concertada, pero, en cambio, Oriol Ges, que estaba en CaixaBank en Osona, va de culo porque lleva finanzas y organización y hace de chófer de Orriols. Y, además, lo han puesto de coordinador del grupo parlamentario mixto a sueldo del Parlamento. Y es difícil gestionar todo esto.

¿Sílvia Orriols quería que la echaran de la alcaldía?

Ella estaba convencida de que la echaban, se victimizaba y podía estar dos años en el Parlamento y en el partido.

Pero ¿su objetivo era que la echaran?

Ella lo quería. Además, hay el tema personal que tiene cuatro hijas adolescentes y un hijo con el marido fuera de casa. ¿Cómo lo gestionas? Yo no sé cómo se puede organizar, pero ella quería descansar un poco. Creo que ella lo quería, porque lo daba por seguro. Pero fue la cagada de Carles Puigdemont que, por hacerlo bien, lo hacen peor.

Parece que Sílvia Orriols parece una recién llegada en política, pero su trayectoria viene de lejos y se inicia en la izquierda independentista.

Sí. Comienza con 16 años, y en el libro la recojo bastante.

¿Qué interpretación haces de la trayectoria que tiene hasta llegar a fundar Aliança Catalana?

Ella comienza con David Subirana, que tardan en hacerse pareja, y ella es siempre la ideóloga y lee mucho. Se centra en Daniel Cardona y en todas partes critica a los castellanos, y en los artículos escribe Castella, no España, en minúscula. Está con este tema, y sorprende que pase tan rápidamente de hablar de los castellanos y Castella a poner a Barranqueras y Flores Expósito en sus listas. Se olvida de eso y pasa a los inmigrantes.

¿Por qué?

Supongo que afecta mucho el impacto emocional de traición que tiene la gente con los atentados.

Pero en el libro expone que Vox es el primer hijo bastardo del Procés, y Aliança, el segundo. ¿Por qué?

Es un elemento. En el caso de Vox, Ortega Smith era irrelevante cuando iba al Valle de los Caídos, pero cobra resonancia con el juicio del Procés. Y en el caso de Aliança es porque se vende una independencia sí o sí, y la gente que se lo ha creído se ha sentido engañada. Y las disputas entre Gabriel Rufián y Míriam Nogueras son agua para Sílvia Orriols.

Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas
Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas

Es decir, la pugna entre Junts y ERC beneficia a Orriols.

Evidentemente que sí. Hay gente que puede pensar que está como una cabra, pero hace un voto de castigo porque se han echado atrás. Sílvia Orriols asimila la proclamación de la República Catalana, que Macià la ubica en la República Ibérica, con Puigdemont y las 155 monedas de plata. Su resumen de todo es que «nos han traicionado».

Sin el Procés no existiría Aliança Catalana?

O sin los atentados, pero es hacer política ficción. Los atentados u otros elementos podrían haber hecho surgir una Plataforma per Catalunya independentista, porque la formación de Anglada tenía la disfunción de que en Vic lo votaban 3.000 personas para echar a los que «no son de casa» y luego en las catalanas, 2.000 de los 3.000, votaban a Artur Mas para echar a Montilla. Entonces podría haber surgido una Plataforma independentista, pero con el Procés se juntaron los dos elementos. Aún así, yo dudo que hubiera entrado de diputada al Parlamento si a ella no le hubieran dado la alcaldía hace dos años.

A pesar de este desencanto suyo con el Procés, ella se va a Estrasburgo en 2019 a la protesta del Consell de la República.

Ella va dos veces. En el primer trayecto en autobús ya habla con Margarita Cabello que se echan atrás, y es cuando se plantean todo esto. En el segundo autobús, que es esta salida que mencionas, ella ya es concejala de Front Nacional.

Y además de ir, ¿tiene algún interés?

A mí me dicen que en Ripoll mucha gente no la conocía, y que ella y Cabello no habían hablado. Comienza a hacerse ver en las concentraciones por los presos y agarra el micrófono y comienza a destacar. La gente la descubre hablando de Daniel Cardona.

¿Por qué Orriols rompe con el Front Nacional, el partido con el que se convierte en concejala en 2019, y funda Aliança?

La ruptura ya estaba pensada, pero enseguida ve que la formación de Jordi Casacuberta es un partido de abuelos, y es cuando llegan los cuatro jinetes del apocalipsis -Oriol Ges, Jordi Aragonès, Maiol Sanaüja y Eduard Llaguno, que ya está apartado- cuando se produce un choque con Casacuberta. Enseguida, estos cuatro le proponen romper, y es cuando durante la covid se hace el comunicado donde abre una reflexión. Ya estaba pensado que se quería ir más allá.

¿Y de qué se sirve Sílvia Orriols para articular este discurso islamófobo?

Ella vierte lo que tenía con los castellanos y Castella y lo traslada a algo del presente, que son sus vecinos. Pasa de hablar del pasado a hablar, por ejemplo, del camarero que te sirve, al que iba a la discoteca contigo y al que te llevaba en coche. Es este sentimiento de traición.

Pero también explicas en el libro que Orriols también articula su discurso con los libros de Najat El Hachmi.

Sí. De Najat, Mimunt Hamido y Hanan Serroukh. Agarra el argumento de estas mujeres, que lo suscribo al cien por cien, y se lo aprende. Yo soy muy crítico con este discurso de no felicitar Navidad, pero felicitemos el Ramadán y legalicemos el burkini.

Orriols es racista, nacionalpopulista o de extrema derecha?

Para mí las tres cosas, pero sobre todo es una persona incapaz de empatizar.

¿Y trumpista?

No lo es mucho, pero como ella tiene un punto antipatriarcal dijo que no le generaba un interés especial. No hablan de ello. De hecho, el fin de semana pasado hicieron el encuentro ideológico en Platja d’Ara y todos los comentarios eran sobre el islam. Les ha pillado desprevenidos.

Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas
Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas

¿Y de la AfD? Porque últimamente están calcando campañas como la de los billetes de avión falsos que reivindican la deportación de personas.

A ver, ¿el problema es que qué referentes tienen? Es un partido que con candidatos homosexuales, y no pueden ir con los ultracatólicos porque no encajan. No pueden ir con Le Pen porque ha dicho que Puigdemont es un delincuente porque ha dicho que si gobierna lo extradita, lo expulsa o lo mete en la cárcel. Solo le queda Geert Wilders y Alice Weidel, y Pau Nadal estuvo en el local de AfD el día de las elecciones, igual que Jorge Buxadé. Es divertidísimo el buen rollo que hay entre Aliança Catalana y Vox.

¿Hay buen rollo?

Joan Garriga de Vox explica que la felicitó en su aniversario por whatsapp y siempre habla de la «Sílvia».

¿Aliança ha recibido el apoyo de Vox en el Parlamento?

Comparten la zona de despachos en el Parlamento y se ven cada día, y Garriga me explica que no quiere que a Sílvia Orriols le hagan lo mismo que les hicieron a ellos, que cuando llegaron nadie les explicó los servicios que tenían a su disposición como un programa interno con todas las resoluciones. Y hay un tema, que a ellos les doy la razón, es que a Aliança y a Vox les pegan cuando montan carpas. Y creo que es un error, porque les haces publicidad y es un delito.

¿Y los cordones sanitarios son la respuesta?

Si se hacen bien, sí, pero si se hacen mal, no.

¿Y se están haciendo bien?

Se están haciendo fatal. Es decir, primero, en Ripoll se quería hacer un gobierno de unidad y a última hora Junts se echa atrás. Para hacer eso no es necesario mantener la tensión hasta el último momento. Como ha pasado ahora con la moción de censura, y sale Ferran Raigon diciendo que no se podía hacer un «gobierno Frankenstein». Más Frankenstein era Junts y PSC en la Diputación de Barcelona con el 155. Decir que no harás un gobierno Frankenstein significa que de aquí a dos años también tendrá que gobernar la lista más votada. Y entonces el cordón sanitario la victimiza, y si lo haces no le tomes los argumentos. Y Junts ha jugado a tomar los argumentos y no sabe qué quiere todavía. Los cordones sanitarios habitualmente no han funcionado porque se han hecho mal.

¿Pero no cree que cualquier decisión que se hubiera tomado habría beneficiado a Orriols?

Es lo que te dicen. Yo había escrito que si el gobierno no tenía prioridades a corto plazo, y era can pixa, habría sido peor. Para mí lo peor es decir que lo harás y a último momento rajarse porque de aquí a dos años, con una mayoría numérica similar, tampoco puedas formar gobierno.

¿Qué papel ha tenido Pilar Rahola en este asunto?

8tv se da cuenta de que cuando Sílvia Orriols va a la televisión se dispara el share, y los vídeos y los tuits tienen muchas visualizaciones. Ha sido fundamental. Y Pilar Rahola está deslumbrada por ella. Además, Rahola es una de las personas que hace un mes y medio, cuando parecía que Junts estaba de acuerdo con la moción, es una de las personas que anima a Carles Puigdemont a no llevarla adelante.

Aparte de los cordones sanitarios, ¿el Parlamento está actuando bien?

Esto lo he hablado con Josep Rull, y me dice que solo la ha cortado dos veces y, en privado, explica que se sintió interpelado con lo que dijo sobre las piscinas de las prisiones, y ahora trasladan las manifestaciones a la Comisión del Estatuto de los Diputados. Pero no saben cómo hacerlo porque, hagan lo que hagan, ella cuelga el vídeo en las redes y lo peta. No sé cuál es la solución, pero interrumpirla era peor. Lo que sí era un error era lo que hacía Tània Verge multándola con 10.000 euros. El delito de odio es útil cuando hay una agresión y se usa como agravante, pero en los casos de libertad de expresión es muy difícil y no está funcionando.

Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas
Xavier Riurs, periodista, mestre i escriptor. Barcelona 10.04.2025 / Mireia Comas

¿Aliança Catalana es un partido independentista?

Sí.

Pero en las encuestas hay un grupo que no lo son.

A Vox lo votaba mucha gente que no era españolista y que estaba a favor del aborto, pero que estaba en contra de la inmigración. Y en Aliança pasa lo mismo. El votante mayoritario de Aliança es gente mayor y en Vox, en cambio, recoge muchos votos de jóvenes de 19 años. En Aliança hay mucho independentista enfadados porque, según ellos, todavía dice verdades. Y fíjate que desde que Aliança tiene fuerza, Ignacio Garriga hizo la entrevista íntegramente en catalán porque de cara a las municipales cerrar TV3 a la gente le importa bien poco.

Su libro está actualizado a última hora porque incluye todo el episodio de la moción de censura, pero ¿cómo valora el último CEO que da 10 diputados a Aliança Catalana?

A menos que los aranceles de Trump les hagan mucho daño, Aliança Catalana subirá porque Junts y Esquerra Republicana no hacen autocrítica por el Procés y se pelean entre ellos y eso favorece la captación del voto independentista enfadado.

Y el incremento en votos, como dibuja el CEO, ¿provendrá de votantes de Junts?

Vendrá de todas partes. Mucho votante joven, mucho nuevo votante nuevo. También dependerá de cómo lo afronte Vox, sobre todo en los barrios con más inmigración la gente dudará entre Vox y Aliança. Y también subirá también porque Esquerra no tiene proyecto.

¿Y Junts?

Junts tiene a Puigdemont, y mientras él esté allí todavía hay un tema patriótico.

¿Estas perspectivas de crecimiento pueden tensar el partido?

Lo interesante ahora será ver cómo gestionas las candidaturas municipales. Cómo haces el crecimiento comarcal con un partido que no tiene estructura. Es decir, cómo se gestiona que quien muchos días lleva en coche a Orriols sea el secretario de Organización, el secretario de Finanzas y coordinador del grupo mixto en el Parlamento? Es imposible. No tienen infraestructura y, además, con una persona que es el partido capaz de imponer que, como sucedió en la inauguración del monumento a las víctimas, ordena que se aplauda a la Guardia Civil. Lo decide todo ella.

Comparte

Icona de pantalla completa