El departamento de Interior, que dirige Joan Ignasi Elena, ha decidido multar con 601 euros Josep Rafael, el hombre que grabó el agente de los Mossos d’Esquadra TIP 13450 cuando picaba el exvicepresidente del Parlamento Josep Costa. De hecho, esta grabación ha estado clave para poder identificar el agente de la Brigada Móvil que zurró Costa con golpes de porra en la mano durante la protesta por la cumbre franco-española del 19 de enero en Barcelona. Las imágenes que han servido al juez de instrucción para imputar al policía un delito de lesiones. Pero al autor de la prueba, necesaria para la denuncia, le puede salir muy cara la broma. Cuesta ya ha pedido explicaciones directamente al consejero.
Según la resolución de Interior, a la cual ha tenido acceso El Mundo, la Dirección General de la Administración de la Seguridad, que dirige Sònia Andolz, considera que las fotografías y el video que el testigo ahora sancionado publicó en las redes sociales «ponen en riesgo la seguridad personal o familiar de los agentes y de las instalaciones protegidas» y «el éxito de una operación», a pesar de que afirman que hay «respecto al derecho fundamental a la información«. Es decir, a pesar de que son pruebas en un proceso judicial penal, para Interior las imágenes son motivo de sanción económica. Una resolución que llega solo dos semanas después de que Elena fardara de ser más benévolo que el ministerio en la aplicación de la ley mordaza. Interior ofrece al denunciado una rebaja de la sanción si paga sin hacer recurso y le ofrece una vía rápida para abonar la cantidad a través de las vías que ofrece CaixaBank.
«Uso no autorizado de imágenes»
En el expediente administrativo, Interior informa que el 19 de enero, el agente del Cuerpo de Mossos d’Esquadra con TIP número 13450 extendió una acta de denuncia contra Josep Rafel por la presunta comisión de una infracción administrativa tipificada por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, conocida popularmente como ley mordaza. La resolución considera que el sancionado ha hecho un «uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que tuvo lugar en plaza de Josep Puig i Cadafalch número 1 de Barcelona». En concreto, el mozo llevaba el número operativo policial (NOP) D0E114.
Los agentes actuantes denunciaron que Josep Rafel realizó una publicación, a través de su perfil de Twitter, consistente en grabaciones fotográficas y videográficos hechos desde varias perspectivas, con un primer plan del rostro, así como de un plan americano del cuerpo del agente implicado, quien participaba en el dispositivo policial desplegado con motivo de la cumbre hispano-francesa. La publicación fue acompañada del texto “Este mozo ha agredido con porra extensible Josep Costa y aquí video y fotos. Hace falta que echamos este mozo”. Una piada a la cual la policía resalta que «tiene acceso cualquier usuario de esta red social, poniendo en peligro la seguridad personal o familiar del agente, teniendo en cuenta el contexto social de nivel de aleta terrorista 4 sobre 5 en la que nos encontramos actualmente». En base este relato, los agentes denunciaron Josep Rafel por una infracción leve en el artículo 36.23 de la ley mordaza por la difusión de estas imágenes.
Golpe en la mano de Costa
Curiosamente, las imágenes captadas por Josep Rafel han estado claves para abrir la instrucción al juzgado de instrucción número 29 de Barcelona que investiga las lesiones. Un caso abierto a raíz del golpe de mano que recibió Costa por parte del agente a los dedos de la mano, sin advertencia ni motivo aparente. Una vez que Costa considera puramente «gratuito». De hecho, el próximo día 13 el agente tiene que personarse al juzgado como imputado y acompañado de un abogado. El mismo día, Josep Rafel también declarará en calidad de testigo. De momento, Josep Rafel asegura en El Mundo que piensa presentar alegaciones a la sanción impuesta. Cuesta también ha reclamado explicaciones al mismo consejero Elena.