Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación contra el secretario general de Junts perr Catalunya, Jordi Turull, por compartir el vehículo con que se ha escabullido el presidente Carles Puigdemont esta mañana. Además, han ordenado también investigar dos mossos más, además del detenido este mediodía, y un bombero que también lo acompañaba al coche. De hecho, todos han sido identificados por la policía de la Generalitat como colaboradores de la marcha del presidente una vez ha acabado el acto de llegada en el paseo Lluís Companys de Barcelona.
A pesar de que en un principio se había difundido una orden de detención del líder de Junts, Mossos insiste que no hay ninguna orden de detención, sino que lo citarán a declarar por los hechos de esta mañana. De hecho, desde Interior aseguran que si el secretario general de Junts no responde a la citación, tramitarán la petición al juez para que sea citado a declarar. La encargada de instruir la investigación es la Comisaría General de Información que, de momento, ve posibles responsabilidades penales de los que han colaborado en la maniobra de marcha de Puigdemont. Justo es decir que los preparativos de una virtual detención iban a cargo de esta unidad especializada y con monitorización directa de la Prefectura.
Una detención segura

En concreto, la identificación es por un posible delito de obstrucción a la justicia. Un cargo que sus defensas niegan del derecho y del revés porque no ven ningún tipo de delito. Aun así, sí que los Mossos han detenido a Jordi, un mosso de escuadra que habría colaborado cediendo el vehículo con que el presidente habría marchado después del acto de retorno de esta mañana organizada por Juntos y por las entidades independentistas. En esta línea, las defensas alertan que interpondrán querellas por detenciones ilegales. El Mosso que ha sido detenido, ha sido trasladado a la comisaría de las Cortes donde ha tenido asistencia letrada.
Así mismo, un comunicado de Mossos admitía, pasadas las tres de la tarde, la posibilidad de nuevas detenciones relacionadas con el caso. En todo caso, el cuerpo «destaca que el dispositivo que se había diseñado establecía que la detención se hiciera de forma proporcional y en el momento más oportuno por no generar desórdenes públicos». Por otro lado, los Mossos d’Esquadra desmienten que hubiera ningún acuerdo ni conversación previa con el entorno de Carles Puigdemont para planificar un supuesto arresto.
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