El festín judicial contra los líderes políticos catalanes relacionados con el Proceso no para. Esta vez le toca a dos ex consejeros de Cultura de la Generalitat, Santi Vila y Lluís Puig, a raíz del caso del arte de la Franja. La sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha decidido abrir juicio oral, tal como ha pedido el magistrado instructor Carlos Ramos, contra los ex consejeros por un delito de desobediencia grave y de prevaricación administrativa, tal como reclama el ministerio fiscal y el Ayuntamiento de Sixena, en la Franja de Aragón. Por un lado, Lluís Puig será juzgado por el mismo TSJC y, Santi Vila, en principio por el Juzgado Penal número 20 de Barcelona, por los mismos delitos.
Entre las peticiones del ministerio fiscal está, en caso de que sean condenados, una indemnización a la Diputación General de Aragón en concepto de responsabilidad civil en la cantidad de los gastos que tuvo que afrontar este organismo para trasladar de las 44 piezas desde el Museo de Lleida al lugar de su destino, es decir, 12.932 euros, cantidad que tendrá que ser incrementada en una tercera parte. De momento, ya les han impuesto una fianza de 17.250 euros. El magistrado considera que hay suficientes indicios para entender que hubo resistencia desde el Departamento de Cultura a enviar las piezas de arte que se exponían en el museo de Lleida.
Un lío procesal
Inicialmente, el juzgado instructor de Huesca había impuesto una fianza de 216.000 euros a Vila y de 88.000 euros a Puig, y tanto acusaciones como defensas presentaron sus escritos para el juicio. A pesar de esto, cuando Puig volvió a salir elegido diputado en el Parlamento el febrero de 2021, la causa pasó al TSJC, que, además, anuló todas las diligencias judiciales practicadas contra él desde diciembre de 2019 y ahora ha rebajado las fianzas.
