El tribunal de apelaciones de Sassari, en Cerdeña, ha dictado una resolución con que sentencia que no hay ninguna orden vigente de detención del presidente al exilio, Carles Puigdemont. En una breve resolución de dos páginas, los magistrados, después del informe del ministerio fiscal, consideran que el mismo juez instructor del Tribunal Supremo en la causa del Procés, Pablo Llarena, ha retirado las euroórdenes. Un hecho que deja sin efecto el procedimiento abierto por el Estado español contra el rechazo italiano a tramitar la orden de detención europea y entregar Puigdemont en España. De hecho, el procedimiento quedó parado por un auto dictado el 4 de octubre de 2021, al entender la justicia de Cerdeña que el presidente de la Generalitat en el exilio se encontraba bajo la protección de la inmunidad a la cual tiene derecho como eurodiputado. La justicia italiana alerta a Llarena que, en todo caso, tendrá que dictar una euroorden nueva.
Según la resolución, a la cual ha tenido acceso El Món, la justicia italiana interpreta que con la retirada de las euroórdenes por sedición ya no hay ningún título expedido por parte del Tribunal Supremo que permita ejecutar la extradición. Así, el tribunal sardo concluye que el pleito ha perdido el objeto cuando el mismo estado emisor de la euroorden la ha revocado. Por eso archiva el procedimiento, al cual incluso se había personado Vox.
Puigdemont fue detenido en el aeropuerto del Alguer el 24 de septiembre de 2021, cuando se disponía a participar de los actos de Adifolk en la ciudad sarda catalanoparlante. El presidente estuvo cerca de 20 horas retenido hasta que, después de una vista al tribunal ejecutor, fue puesto en libertad de manera inmediata. A partir de aquí se abrió un proceso judicial sobre la aplicación o no de la euroorden, que ahora ha acabado en un archivo.

Llarena contra Puigdemont
La detención de Puigdemont se sustentaba en la orden de arresto que provenía de España a raíz de la instrucción de la causa especial contra el independentismo que se seguía en el Tribunal Supremo. En una primera instancia, fue arrestado y encarcelado en una prisión de alta seguridad. Pero, el día siguiente por la mañana mismo, la jueza celebró una vista donde la defensa del presidente alegó que se encontraba protegido por la inmunidad europarlamentaria. Un argumento que aceptaron, de forma que lo pusieron en libertad. La decisión fue recorrida y se convocó una vista para el 4 de octubre siguiente, que arreció la decisión de rechazar la detención.
A continuación, se recorrió este auto en un recurso que dormía el sueño de los justos a la espera que la justicia europea decida sobre su suplicatorio. Ahora, con el cambio de la interlocutoria de procesamiento dictada por Llarena, que implica la revocación de las órdenes de detención europeas por el delito de sedición derogado, la justicia italiana entiende que no hay caso. De aquí que los tribunales italianos alertan a Llarena que, si quiere perseguir a Puigdemont, tendrá que remitir una nueva euroorden porque la vigente está derogada por él mismo.