Finalmente, el titular del Juzgado de Instrucción número 12, Sergio Escalona Lebiere, de Barcelona ha decidido archivar el «sumario Canelones». Una causa abierta contra los tuiteros que criticaron en las redes sociales la aplicación del 25% del castellano y las declaraciones de varios líderes políticos españolistas que cargaron contra el sistema de inmersión lingüística a raíz del caso Canet. De hecho, el nombre de la instrucción judicial, que contó con una profusa investigación de los Mossos d’Esquadra a más de 40 tuiteros, proviene de un tuit de Jordi S. que armaba cachondeo diciendo que «ya tenía preparada la carne de niños castellanohablantes para hacer los canelones».
El juez, en una interlocutoria con un punto mordaz a la cual ha tenido acceso El Món, considera que no hay ningún delito de odio, contra la dignidad ni la integridad moral. Es más, califica los comentarios de la piada sobre los canelones de «verborrea propia de las redes sociales» y de «trivial metáfora culinaria». Así, el instructor entiende que ni «por el significado real» de los comentarios en la red, ni en el «propósito» se puede considerar que haya ningún tipo de delito. En el mismo sentido, el juez expresa que además «no hay conexión temporal directa con la familia de Canet de Mar».
«El contexto y el significado subyacente»
En la resolución, el juez justifica el sobreseimiento del caso haciendo un «análisis» tanto del significado como del contexto porque no se pueden considerar «aisladamente ni en su tenor literal». Por lo tanto, se tiene que poner «contexto» y el «significado subyacente» para concluir que no se afecta ningún bien jurídico protegido. Así, el juez enfatiza que el «tuit de los canelones» no se publicó a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre la aplicación del 25% del castellano en la Escuela el Dragón de Canet de Mar (Maresme), sino que se escribió cuando los políticos hicieron declaraciones sobre supuestos tratos vejatorios o discriminatorios a los alumnos que hablan castellano. Además, añade los tuits de respuesta del mismo Jordi S. cuando se anunció que estaba siendo investigado por los tuits y «comentarios negativos y descalificaciones contra su persona» que recibía. Por lo tanto, los tuits no tenían nada que ver con el caso de Canet.
Sobre el significado de «canelones» en su tuit, el juez le quita hierro. «Comprobamos que con la verborrea propia de las redes sociales, el investigado Jordi S. se implica en la polémica, acusaciones y reproches cruzados en relación con la discriminación de los ciudadanos que hablan castellano en Cataluña», asegura el instructor. En esta línea añade que en sus mensajes hace uso de un «lenguaje pueril, exagerando fantasiosamente el maltrato que los representantes políticos referidos denuncian que se les dispensa y pretendiendo ridiculizar, persistiendo en su trivial metáfora culinaria, a los que en estas redes sociales le dirigen insultos y le desean calamidades sin fin».
«En conclusión», apunta, «ni por su significado real, acudiendo a una interpretación sistemática y teleológica; ni por el propósito del investigado, ridiculizar las manifestaciones de personajes públicos en un caso, y a quien le insultan por otro; ni por el momento en el cual fueron difundidos, sin conexión temporal directa con la familia de Canet de Mar, los mensajes difundidos por Jordi S. son constitutivos de ningún delito».